La reanimación cardiopulmonar o RCP es uno de los procedimientos de primeros auxilios más importantes, pues gracias a él se han salvado millones de vidas en el mundo entero. Uno de los aspectos básicos en el momento de aplicar este tipo de maniobras es tener claro en qué momento se debe ejecutar este ejercicio y cómo se debe hacer.
La reanimación se aplica en el momento en el que la persona ha dejado de respirar y su corazón se ha detenido. Así que, si quieres saber todos los detalles acerca de la RCP, estás en el lugar indicado. En el artículo de hoy te contaremos cuál es la manera más adecuada para realizar una reanimación cardiopulmonar y las diferencias que existen a la hora de hacerla en niños y en adultos. ¡Quédate para descrubrirlo!
La reanimación cardiopulmonar: qué es y cómo funciona
Una de las causas más frecuentes de muerte en el mundo son los paros cardíacos. Cada año, alrededor de 6 millones de personas sufren un paro cardiorrespiratorio sin previo aviso.
Cuando una persona está siendo víctima de este tipo de ataques, deja de respirar y no reacciona. Y justamente allí es cuando debe ejecutarse la maniobra RCP con el objetivo de restablecer el funcionamiento del corazón y los pulmones.
El objetivo principal de esta técnica es evitar que el flujo sanguíneo se detenga, aun cuando la persona ha dejado de respirar. Con ello, los efectos nocivos e irreversibles que produce un ataque de este tipo pueden disminuir significativamente. Por ejemplo, la falta de riego sanguíneo en el cerebro puede provocar la muerte.
En caso de presentarse una situación de emergencia es fundamental tener en cuenta el estado de la víctima antes de aplicar la reanimación para brindarle los primeros auxilios mientras se puede acceder a los servicios sanitarios.
La ejecución oportuna de esta maniobra puede ser de gran utilidad en casos como ahogamiento, descargas eléctricas o ataques cardíacos. Tanto así que todas las personas deberían saber cómo actuar ante situaciones de emergencia y ofrecer primeros auxilios.
La RCP en adultos
La RCP se compone de dos fases. La primera es donde se aplican compresiones torácicas para mantener la circulación de la sangre. La segunda es la respiración boca a boca cuyo objetivo es proveer de oxígeno a la víctima.
A continuación, te contamos cuáles son los pasos para realizar adecuadamente las compresiones cardiacas:
- Se debe poner la palma de una mano sobre el esternón del afectado. Si es una mujer, la mano deberá ir entre los pechos; si es hombre, entre los pezones.
- Ahora debe ponerse la otra palma sobre la mano ubicada en el pecho anteriormente.
- Todo el peso del cuerpo irá sobre las dos manos.
- Los brazos tienen que estar ubicados de manera perpendicular al cuerpo y es necesario mantener estirados los codos.
- En esta posición, deben aplicarse 30 movimientos de las manos contra el esternón a manera de compresiones. Es importante que se realicen con fuerza y rápidamente, uno tras otro.
Al finalizar las 30 compresiones, deben hacerse 2 respiraciones boca a boca. El mejor indicador para confirmar que el proceso se está llevando a cabo de manera apropiada es que el pecho de la persona comienza a hincharse.
Este proceso debe continuar hasta que la víctima vuelva a respirar espontáneamente o hasta que lleguen los servicios de emergencia.
La RCP en niños
Para los menores de 9 años la maniobra de reanimación es completamente diferente y debe realizarse teniendo en cuenta ciertos cuidados especiales. Debido a que el cuerpo de un pequeño es más vulnerable y frágil, las compresiones torácicas se aplicarán con menos fuerza para evitar causar alguna lesión.
En este caso, la presión debe realizarse con ayuda del dedo medio y anular en la parte baja del esternón. Las compresiones igualmente son 30 con una pausa para dos insuflaciones, y el ciclo deberá repetirse hasta que se haga presente el personal sanitario.
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