Rainer Weiss, Kip S. Thorne, Barry C. Barish han sido los galardonados con el Premio Nobel de Física 2017 por su estudio sobre las ondas gravitacionales. Todos ellos fueron piezas clave para la puesta en marcha del detector LIGO en Estados Unidos y la detección de éstas que hace un siglo vaticinó Einstein. Todos ellos, impulsores de este campo de investigación, estarán en el congreso sobre Ondas Gravitacionales que se celebrará en Valencia el próximo 2019, en el que coincidirán la 22nd International Conference on General Relativy and Gravitation y la Edoardo Amaldi Conference on Gravitational Waves.
«Por el momento son ya cuatro las señales anunciadas procedentes de la colisión de agujeros de origen estelar a distancias cosmológicas» de la mano de detectores LIGO-VIRGO, explica Jose Antonio Font, profesor del departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València. Estas detecciones serán uno de los temas fundamentales en el donde también participarán los directores de los detectores LIGO, Virgo, KAGRA y LIGO-India.
Font afirma que «la astronomía de ondas gravitatorias está abriendo una nueva ventana al universo, complementaria a la electromagnética, que va a ofrecer a las próximas generaciones una visión de éste mucho más rica y fascinante». Es así como el desarrollo de este tipo de astronomía va a experimentar un crecimiento exponencial y se espera que se produzcan «excitantes descubrimientos».
La Universitat de València en la detección de ondas
El grupo de investigación de Ondas Gravitatorias de la Universitat de València entró el pasado año en la Colaboración Virgo, siendo el único grupo español en dicha colaboración científica internacional. Con la incorporación a la Colaboración Virgo, se han iniciado nuevas líneas de investigación en análisis de datos, caracterización de los detectores VIRGO y LIGO y estimación de parámetros astrofísicos a partir de la información contenida en las formas de onda.
Las campañas de observación y la política de publicaciones científicas de la colaboración Virgo se realizan de forma coordinada con la colaboración LIGO, consorcio responsable de la construcción y uso de los detectores LIGO en Estados Unidos. En el caso de Virgo, ésta colaboración es la responsable del diseño, construcción y puesta en operación del experimento Virgo, el detector europeo de ondas gravitatorias de origen astrofísico.
