El inicio de año es una buena oportunidad para quitarse de encima esos malos hábitos y sacar el máximo partido a tu potencial, también a la hora de buscar trabajo. Muchas veces, enfrentarse a la búsqueda con actitud pesimista es lo que hace que no consigas entrevistas o no pases los procesos de selección. La mejor manera de despojarte de esos malos pensamientos es saber reconocerlos y enfrentarte a ellos. Estas frases son las que muchas personas acostumbran a pensar:
“Me inscribo en muchas ofertas y nunca consigo el trabajo”
Es fácil decir que la perseverancia es la clave, pero también es normal que tras meses y meses presentándose a trabajos y no obteniendo respuestas sea difícil tener ganas de continuar. Aun así, debes priorizar la calidad a la cantidad: aunque te postules a menos ofertas, lo que acarreará más tiempo de espera, presentar tu candidatura a puestos para los que estés más cualificado y evitar aquellos que requieran de factores técnicos que no posees aumentará tus posibilidades de conseguir esa entrevista que tanto deseas. Si te postulas a muchos empleos sin filtro alguno, lo más probable es que seas rechazado en muchos de ellos y te vengas abajo más fácilmente.
“Soy demasiado mayor para conseguir ese trabajo”
Además de impedirte presentar tu currículum a muchas empresas, pensar que eres demasiado mayor para un trabajo hará que te centres en los aspectos negativos y con los que más te costaría trabajar, y menosprecies así tus verdaderas cualidades. Si olvidas tu edad y te enfrentas a tus miedos, pronto descubrirás que los años no son un impedimento.
“Soy demasiado joven para conseguir ese trabajo”
Muchas veces encontrarás ofertas muy interesantes pero que requieran de más años de experiencia de los que tú tienes. No te preocupes. Todos los responsables de Recursos Humanos están deseando encontrar un diamante en bruto y ese podrías ser tú. La clave en estos casos es conseguir una entrevista en la que demuestres tus ganas y profesionalidad; y para ello será muy importante un perfecto diseño de tu CV.
“Mi experiencia no encaja con el puesto”
También es posible que te encuentres en un momento en el que te interese cambiar el rumbo de tu carrera profesional. Si tus anteriores trabajos no han estado estrechamente ligados con esa oferta que tanto te interesa, es el momento perfecto para escribir una carta de presentación personalizada en la que expliques al reclutador qué podrías aportar a la empresa y a esa vacante con tus experiencias.
Aprovecha el nuevo año para comenzar desde cero con tu búsqueda de empleo con energías renovadas. Una actitud positiva es la clave del éxito. ¡Ánimo!
