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Pizzas caseras: una deliciosa opción para disfrutar en cuarentena

Pasar tiempo en casa también es una oportunidad para conectar con aquellas actividades para las que normalmente no se tiene tiempo. Una de ellas es poder cocinar en casa. Por eso, en esta oportunidad queremos presentar una opción atractiva y que encanta a grandes y chicos por igual, las pizzas caseras.

¿Cómo preparar la masa para pizzas caseras?

Es bastante sencillo y, a su vez, puede ser una oportunidad para integrar a la familia durante la realización.

Es necesario contar con un bowl al que se agregan dos cucharadas de aceite de oliva, 15 gr de levadura y 200 ml de agua tibia. Luego de mezclar esos ingredientes se añade progresivamente 400 gr de harina de trigo y un punto de sal. Una vez que la pasta esté consistente hay que espolvorear un poco de harina.

Para completar este proceso se requiere amasar durante cinco minutos, hasta que quede compacta y firme. En caso de que la masa se pegue demasiado es conveniente añadir un poco más de harina y continuar amasando hasta que quede sin grumos.

Tras el amasado, es recomendable dejarla reposar durante una hora. Este tiempo se deja para que las proteínas y el almidón absorban agua y se eliminen las burbujas de aire. Luego de eso, se divide la masa en dos grupos para tener dos pizzas de un tamaño significativo. Estas masas también deben ser estiradas hasta darles las formas deseadas. Lista la masa, siguen los ingredientes.

Las recetas

La pizza se puede acompañar de mil y un maneras. Acá hay algunas ideas novedosas.

Con berenjena y queso feta

Si se buscan alternativas vegetarianas o más saludables, esta es la opción. Para hacerlas es necesario tener a mano berenjena, queso feta, ajo, mozzarella, salsa de tomate, jengibre y guindilla.

Para empezar, se deben cocinar previamente las berenjenas en rodajas. En el sartén, se les agrega ajo picado; no demasiado. Previo a esto, se recomienda encender el horno para que ya esté precalentado al momento de colocar la pizza para pre – hornearla durante dos minutos, paso clave para quitarle la humedad. Luego de eso, se saca y se le agrega salsa de tomate y el resto ingredientes., incluyendo el jengibre rallado y una guindilla picada.

Luego de eso, se deja hornear durante 5 minutos o hasta que el queso esté derretido. Tras sacarla del horno, se le agrega el queso feta desmenuzado y un poco de perejil. ¿Resultado? Una pizza repleta de aromas.

Con quesos italianos y peras 

Para esta pizza los ingredientes son: miel, pera, queso en crema y pimienta negra.

Se repite el proceso de pre – hornear la pizza durante dos minutos. La pera debe ser cortada en láminas y reservarlas para más adelante. Se saca la pizza y se le cubre con queso a gusto, en especial si son cremosos, como el mascarpone, la burrata o el rulo de cabra. Luego de esto se agrega la pera y otro poco de queso sobre ellas. Para darle otro toque dulce se agrega un punto de miel y se envía al horno durante 5 minutos o hasta que esté lista. Para cerrar, salpimentar al gusto y a comer.

Queso de cabra, foie gras y miel

Esta pizza resalta por la combinación de sabores y texturas. Se necesitan queso de cabra, mozzarella, miel, rúcula, foie gras, salsa de tomate, pimienta y orégano.

Tras pre – hornear la pizza durante dos minutos, se agrega la salsa de tomate. Luego se suman los rulos de queso de cabra por todo la superficie, seguidos del foie gras y la mozzarella rallada para luego llevarla al horno durante 5 minutos o hasta que los bordes estén dorados. A continuación se agrega la rúcula, la pimienta negra, la miel, pimienta y orégano.

Con cebolla, jamón serrano y calabacín

Es una pizza poco convencional pero rica y saludable.

Se necesitan calabacín, jamón serrano, cebolla, queso emmental y queso curado.

La cebolla debe pasar previamente por el sartén y el calabacín debe ser cortado en finas lonchas. Tras pre – hornear la pizza, se cubre toda la superficie con salsa de tomate, cebolla y calabacín. Seguidamente, se espolvorea el queso emmental, se coloca la pizza en el horno y se cocina durante 10 minutos.

Con la pizza aún en el horno, se agrega el jamón serrano luego de quitarle la grasa. Se deja por de minutos, se saca y agrega más queso. Se le puede agregar una toque de aceite picante o de oliva a gusto.

Se trata de aprovechar el aislamiento producto del Covid-19 para encontrar en la cocina y en los sabores un espacio de recreación, aprendizaje y deguste con afecto hogareño.

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