El síndrome del emperador es una patología que está afectando a cada vez más niños en la actualidad. Su definición guarda relación con los emperadores romanos, quienes eran considerados como representantes de los dioses en la vida terrenal, que a través de subir y bajar el pulgar decidían en relación a la vida de las personas.
¿Qué es el síndrome del emperador?
Es una patología que afecta los niños que se compartan de una forma tirana en relación con los padres. Son pequeños que transmiten agresividad, parecen empoderados y pocos empáticos para la edad y el desarrollo emocional que tienen.
Esta actitud puede llegar a niveles en los que los incluso pueden llegar a maltratar a sus progenitores si no tienen lo que desean. Aunque en un principio pueda parecer una conducta inofensiva, puede llegar a complicarse hasta alcanzar niveles de maltrato psicológico e incluso físico.
Características
El síndrome del emperador se reconoce a partir de diversos comportamientos.
Egocentrismo
Los chicos que experimentan este síndrome suelen tener un sentido exagerado de lo que les corresponde, aspirando que las personas les entreguen cuanto quieren y necesitan, ya que son niños que se sienten el centro del universo.
Esta conducta se complica cuando no reciben lo que aspiran, derivando en insatisfacción y molestia.
Inteligencia emocional
Los niños que experimentan el síndrome del emperador no reconocen ni logran entender las emociones que expresan, algo que motiva falta de empatía y, por tanto, no son conscientes del impacto que tienen sus decisiones en las otras personas.
Eso explica que les cueste sentir culpabilidad o remordimiento debido a sus actos. Ante los inconvenientes, los niños que sufren el síndrome del emperador sufren para tratarlos y buscan justificaciones externas a sus conductas y aspiran a que sean los otros quienes resuelvan los problemas.
También manifiestan dificultades para adaptarse a estructuras sociales como la escuela y ante figuras de jerarquía o autoridad.
Síntomas y señales de alerta 
Toda clase de niño puede experimentar esta clase de síntomas, aunque tiende a ser más frecuencia en aquellos que forman partes de clases no marginal que, mientras están en casa, manipulan a sus padres y usan medios negativos para alcanzar sus objetivos.
En este sentido, es importante que los adultos manejen desde un primer momento la actitud para evitar que pueda alcanzar niveles más complejos. Por eso es importante que pueda manejarlo desde un primer momento.
Es importante prestar atención si el niño, de forma constante, impone su voluntad o cambia constantemente de estado de ánimo en espacios públicos y ante la familia. Si el niño busca siempre la manera de obtener lo que quiere puede ser una conducta sintomática del síndrome del emperador.
Variables del síndrome del emperador
Psicólogos y pedagogos han definido hasta el momento al menos dos tipos de variables dentro de estos síntomas:
El tirano envidioso
Esta definición agrupa a aquellos niños que piensan que la vida le ha privado de cosas que otros sí tienen. Esto resulta incómodo de manejar, por lo que les produce mortificaciones. Por tanto, manifiestan actitudes de venganza.
El tirano narcisista
En este caso, el niño siente con la misma intensidad las emociones de los otros, pero no de forma empática. No reconoce y ni entiende sus emociones. Eso deriva en que puede perder las relaciones con gente cercana, importante, ya que no logra comprender las necesidades emocionales de los otros.
¿Mi hijo tiene el síndrome del emperador?
El síndrome del emperador puede manifestarse especialmente entre los 6 y los 11 años. En ese lapso puede empezar a notarse los primeros síntomas. Entre ellos pueden estar la dificultad de desarrollar y expresar sus emociones, como el cariño, el amor, la empatía, generando arrepentimiento o culpa por sus acciones negativas o violentas hacia sus mayores.
Ese escenario deriva en que no entiende de castigas ni logre aprender de sus errores. Eso también fomentará que se muestre desafiante y mienta de forma constante a otros, como hermanos y amistades. Se recomienda que, si nota alguno de estos síntomas, el padre lleve al hijo a un especialista para tratar el caso de forma adecuado.
El objetivo de atenderlo con prontitud es evitar que estos síntomas se intensifiquen en la adolescencia, ya que la situación puede empeorar y sostenerse mucho más en el tiempo.
¿Cómo evitarlo?
Para abordar el síndrome del emperador es recomendable establecer dinámicas de disciplina como las siguientes:
Normas
Se deben aplicar y detallar las normas para que el niño comprenda cuáles son los límites dentro de distintas situaciones, siempre de acuerdo con su edad y reglas, con la intención de fomentar la autonomía y la responsabilidad. Pueden establecerse normas inamovibles y otras negociables, siempre y cuando el pequeño comprenda que incumplirlas acarrea consecuencias.
Para facilitar su comprensión, se recomienda que los adultos den el ejemplo con pequeñas y constantes acciones.
Violencia
Ante situaciones de violencia se recomienda ser poco tolerante; rabietas, conductas negativas, deben ser atendidas desde un principio para evitar que se compliquen. En este sentido es clave que padres e hijo puedan sostener una buena comunicación, evitando insultos y amenazas. Se trata de canalizar la situación, no de producir una aún más traumática.
Empatía
Es clave que, para fomentar la empatía en el niño, los padres logren mostrarle en qué consiste y el valor que tiene en las relaciones humanas y los actos. Es conveniente que el niño logre ponerse en los zapatos del otros desde pequeño.
¿Quieres descubrir toda la oferta formativa del Instituto Europeo de Educación? Ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.
Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia con Instituto Europeo de Educación, ¡deja tu opinión gracias a este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!
