Aunque quizá resulte extraño, el smart work es una manera diferente de trabajar, en la que las horas de trabajo tradicionales son desplazadas por jornadas de trabajo flexible que se pueden cubrir desde casa. Esta práctica, en la actualidad, se está llevando a cabo cada vez más en el extranjero generando diversos beneficios.
¿Qué es el Smart work?
La rutina clásica de trabajo suele estar compuesta por 8 horas de tareas en una oficina. Esta es la imagen que se está desplazando actualmente por el smart work o trabajo inteligente, estableciendo jornadas de trabajo desde casa u otros espacios.
Compañías como Microsoft, Vodafone, Mondelez están poniendo en práctica esta dinámica laboral. Es posible que, luego del paso del COVID-19, muchas compañías adopten de forma sostenida este tipo de dinámicas. Por eso es importante conocer los diversos métodos de aplicación que hay.
Claves de esta metodología
En el caso del smart work no son tan importantes cuántas horas de trabajo se cumplen sino cuán productivas son estas horas. Se basa en los objetivos propuestos y en la capacidad del empleado para lograrlos independientemente del tiempo o la jornada de trabajo que venía realizando. En este sentido es clave la comunicación entre las partes y la correcta distribución de tareas.
Ventajas:
Beneficios económicos. Esta modalidad propicia el ahorro de costos para las compañías, quienes evitan algunos gastos como: alquiler, luz, agua, entre otros. Eso habilita la posibilidad de que los empleados puedan percibir mejores sueldos.
Medioambiente. Se reduce la producción de basura y las posibles emisiones producto del traslado, el consumo de energía, entre otras acciones.
Flexibilidad horaria. El empleado se asigna su horario a gusto y comodidad.
Trabajar desde cualquier lugar. En la actualidad, producto de las medidas de confinamiento, seguramente se haga desde casa. Pero, en otro momento, es posible hacerlo desde otra ciudad o país.
Mayor conciliación familiar. Al distribuir mejor los horarios se puede encontrar mayor tiempo para compartir con la familia y amigos. Depende de la responsabilidad que cada quien, en el cumplimiento y distribución de su tiempo.
Trabajadores contentos y productivos. Las ventajas descritas suelen derivar en mayor satisfacción y productividad para el empleado, mejorando su relación con el trabajo y con otros aspectos de su vida.
Equipos de trabajo más completos. Este método de trabajo facilita la integración de miembros del equipo que estén en otros países o en regiones lejanas al punto central de trabajo.
Desventajas:
Posible falta de coordinación y menos productividad. En caso de que la coordinación y el orden no sea el adecuado, tanto el rendimiento como el bienestar de la persona podrían verse afectados. Por eso es importante seleccionar y definir previamente la modalidad de trabajo.
Peligros con la socialización. Si no se distribuye el tiempo de manera adecuada, se corre el riesgo de sufrir una suerte de aislamiento tecnológico al pasar mucho tiempo en el ordenador sin interactuar con otras personas.
Parece no ser adecuada para algunos trabajadores. Cada empleado es un mundo y tiene sus propias dinámicas. Por eso no todos se sienten cómodos dentro de la rutina del Smart work. Por eso es importante evaluarla, seleccionar una buena metodología y avanzar en ello.
Puede generar costes para el empleado. Es posible que el trabajador vea incrementados algunos costos. La empresa debe tener en cuenta este tipo de circunstancias. Todas estas desventajas pueden ser prevenidas si son planteadas con anterioridad. Por ello es importante la comunicación e, individualmente, continuar fomentando la vida personal.
Cómo se ha aplicado el smart work en la crisis del coronavirus
Debido a las medidas para disminuir la propagación del COVID-19, muchas empresas y empleados han tenido que alterar sus rutinas de trabajo.
Para ello se han apoyado en plataformas como Skype o Zoom a través de las cuales se han podido lograr encuentros entre las distintas partes de la organización para seguir avanzando en las tareas.
En este momento, conviene considerar el smart work y, quién sabe, quizá muchas empresas terminen adoptando esta modalidad a futuro, al reconocer los beneficios, tanto para el empleado como para la compañías.
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