La mediación es un método alternativo de resolución de conflictos, por el cual las partes serán las encargadas de llegar a un acuerdo, con ayuda de un tercero imparcial. No es necesario ser abogado para poder ejercer como mediador, pero sí contar con un título oficial.
La mediación es una profesión cada vez con más futuro. Actualmente, se es más consciente de la necesidad de una buena gestión de los conflictos en todas las áreas. Por ejemplo, en los colegios se ven con más frecuencia las comisiones de convivencia, donde la mediación escolar impera como herramienta. También, en lo relativo al acoso escolar se está tomando más conciencia de la importancia de un buen aprendizaje de conductas adecuadas en las primeras etapas.
De la misma manera, ocurre en las empresas con la mediación laboral, en un momento realmente complejo para los trabajadores de nuestro país.
Y así en todos los ámbitos (mediación fiscal, penal, sanitaria, familiar, etc.) donde la mediación se presenta como un medio de descongestión de un sistema judicial saturado y a nivel económico mucho más rentable.
Funciones de un mediador
Las funciones principales de un mediador se centran en:
- Ayudar a las partes a identificar los temas conflictivos: para ello, localiza los puntos del conflicto y sienta las bases para promover conductas cooperativas y establecer distintos acuerdos.
- Determinar las normas de interacción: el mediador establece unas pautas adecuadas para que las partes puedan lidiar y resolver sus diferencias con respeto y empatía. También, facilita el entendimiento marcando el tono emocional de las conversaciones.
- Eliminar los bloqueos en el proceso: otra de las tareas de un mediador es clarificar los malentendidos que puedan surgir, restablecer los diálogos y conversaciones cuando se descaminen del objetivo principal e incentivar a que se busquen las mejores soluciones.
- Permitir que cada persona exponga su punto de vista sin atacar al otro: un mediador tiene que velar por un espacio de contención que no genere nuevos problemas. Redefinir las posiciones de las partes de forma positiva, haciendo énfasis en las necesidades de cada uno y validando sus experiencias. Además, debe reforzar e incentivar la cooperación, resaltando los avances y puntos de mejora con el objetivo de que las partes mantengan actitudes positivas.
- Animar a ambas partes a proponer soluciones para el conflicto: el mediador debe generar un ambiente adecuado, de tal manera que las personas se sientan con la confianza suficiente para sugerir vías alternativas de solucionar el conflicto.
- Facilitar la toma de decisiones: el mediador suele actuar como agente de realidad, ayudando a los implicados a elegir una solución viable. Por esta razón, se encarga de reducir las diferencias y expande las áreas para que las personas abandonen su postura cerrada, se pongan en el lugar del otro y asuman un estilo negociador más empático.
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