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¿Quieres ser un futuro higienista bucodental? Aprende las principales técnicas de blanqueamiento dental

Los dientes son uno de los elementos de nuestra cara que más influyen en la imagen que deseamos proyectar. Lucirlos blancos es el objetivo de cualquier persona y para ello existen diferentes técnicas, aunque las más eficientes implican la visita al dentista. Está comprobado. ¿A quién no le gusta lucir unos dientes blancos? Pero, por su naturaleza, los dientes tienden a ir oscureciéndose. Es un proceso natural que puede verse acelerado por la ingesta de algunas sustancias habituales en nuestro día a día ante las que se deben tomar algunas precauciones. ¿Estás pensando estudiar Higiene Bucodental? Conoce las principales técnicas de blanqueamiento dental y los malos hábitos que debemos de evitar.

Estudiar Higiene Bucodental

Causas del oscurecimiento

Entre aquellos elementos que tienden a oscurecer la dentadura de las personas, destacan:

  • Alimentos y bebidas con colorante. Es decir, vino tinto, frambuesa, té, tomates, café, curry, etc. Debido al consumo habitual de algunas de estas sustancias (incluso de varias tomas al día, como puede ser el café), lo recomendable es cepillarse los dientes inmediatamente después.
  • Tabaco. Es de sobras conocido el efecto amarilleante que genera el tabaco, ya no solo en los dientes. En la boca, además, puede ayudar a desarrollar enfermedades, como la gingivitis o la periodontitis.
  • Medicamentos. La ingesta de algunas medicinas, como la tetraciclina, genera la aparición de manchas en la dentadura.
  • Golpes. También puede suceder que, debido a un golpe fuerte en un posteriordiente, puedan verse afectados los nervios o los vasos sanguíneos de este, lo que ocasiona que esa pieza se vaya oscureciendo al quedarse “sin vida”. Solo el dentista es quien puede determinarlo y buscar una solución.

Técnicas Blanqueantesifp_planeta_vertical

El principal producto blanqueante dental es el peróxido de hidrógeno, un compuesto químico cuyos efectos varían en función de su concentración.

  • Pastas de dientes. Su contenido es de un 1 o 1,5% y ayuda a limpiar las manchas superficiales del esmalte, pero no aquellas más internas.
  • Geles y tiras blanqueadoras. La concentración de peróxido pasa a ser de entre un 6% y un 10% y suelen venderse en las farmacias. El resultado es más potente pero tampoco alcanza a eliminar los tonos internos oscuros.
  • Técnicas de blanqueamiento en clínica. Existen varios tratamientos que incluso se combinan entre sí. El más habitual es la aplicación de peróxido con una concentración de hasta un 35% sobre el que se aplica posteriormente una luz fría de LED para incrementar su efecto y se requieren de dos o tres sesiones de unos 20 minutos. Lo ideal es combinarlo con un tratamiento en casa mediante unas férulas que llevan el mismo producto blanqueante y se colocan durante la noche o unas horas durante el día. Esta última técnica combinada no es dolorosa pero sí hay que advertir de la sensibilidad que pueden sufrir los dientes, algo que desaparece a las pocas horas. Además, es importante destacar que el esmalte no se daña y la duración suele ser de un año aproximadamente. Claro que esto depende de la higiene que mantenga la persona posteriormente. Y lo más importante: no hay que obsesionarse, porque hay quien llega a sufrir de la llamada “blancorexia”, que es la búsqueda del tono más blanco posible.

 

Fuente: Blog iFP

 

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