Cuando hablamos de empoderamiento y reconocimiento nos referimos al movimiento feminista que constantemente está en busca de más espacios y herramientas para lograr la igualdad de género. Por esta razón, uno de los medios empleados para lograr esto ha sido el lenguaje, siendo una capacidad cultural inherente al ser humano con el objetivo de expresar los pensamientos. Y desde una perspectiva igualitaria funciona para buscar el cambio frente a las exigencias actuales. Por lo tanto, cuando se producen cambios sociales es necesario adoptar términos nuevos como el de sororidad.
Este concepto, el cual ha sido añadido a la RAE en 2018, es tendencia en especial este mes de la mujer. Por ese motivo, el artículo de hoy tratará sobre su significado, los orígenes de este término y su trascendencia. Así mismo, puedes formarte en este ámbito con el Máster Experto en Igualdad de Género y contribuir al bienestar individual, familiar, y social.
¿Qué significa el término sororidad?
Se puede definir como solidaridad, fraternidad, complicidad o alianza entre mujeres, todo ello abarca la sororidad. Este término busca establecer redes de apoyo que promuevan transformaciones sociales para que las mujeres puedan caminar juntas hacia la igualdad. Realmente es un concepto nuevo en la lengua creado con el propósito de resaltar la solidaridad que existe entre las mujeres, especialmente dentro de la sociedad patriarcal.
Así pues, el término es empleado la mayoría de veces en temas relacionados con los problemas de género debido al vacío léxico actual en relación a este tema. Algunos de ellos son la erradicación en la desigualdad de oportunidades, la campaña «Ni una menos» o en movimientos feministas. Sin embargo, también se usa en la lucha contra la eliminación de la violencia hacia la mujer, entre otros.
Origen de la sororidad
El origen de la palabra proviene del latín frater (hermano), el término se encuentra dentro del mismo contexto lingüístico que fraternidad. Por ende, la raíz seria soror (hermana), refiriéndose a la relación entre las mujeres. Aún así, la idea sobrepasa las barreras del debate lingüístico lo cual representa un salto en la teoría feminista.
Sin embargo, la palabra estadounidense «sisterhood» fue empleada por Kate Millet en los años 70 como referencia al feminismo y al movimiento de la segunda ola y autora de Política Sexual. Luego de esto, Marcela Lagarde, académica mexicana, desde una perspectiva feminista utilizó por primera vez la traducción en español sororidad, apropiándose de él.
Lenguaje reivindicativo
Para Largarde, la sororidad es una complicidad entre mujeres, considerada como una propuesta política con el propósito de unir a las mujeres para que trabajen juntas y lideren movimientos.
Juana Gallego, directora del Observatori per a la Igualtat de la Universitat Autònoma de Barcelona explica que el concepto también debate sobre la presunta competencia entre las mujeres. Según ella, dicha rivalidad fue implantada por el patriarcado para desconfiar y competir entre ellas, al tiempo que ellos tomaban decisiones.
El término hace valer la complicidad femenina, no como un objetivo, sino como una ruta que lleva al cambio social. En otras palabras, recurre a una dimensión política y reivindicativa, no a una solidaridad inesperada o natural entre las mujeres. Por ello, se trata de una propuesta compartida en beneficio de las mujeres para apoyarse en presencia de una cultura patriarcal y cualquier otro factor que cause desigualdad.
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