Especulación y consumo desenfrenado
En los años 90, la actividad inmobiliaria sirvió en numerosos países para volver a impulsar la economía. El boom inmobiliario. Cientos de miles de españoles que gozaban de una buena posición económica con empleo estable se pusieron a especular con la vivienda. Así, se creó un mercado especulativo, aunque no estuvieron solos en esta espiral: ayuntamientos, promotoras, tasadoras, los bancos y el gobierno ayudaron de forma directa o indirecta a la especulación. Todos tenían confianza en el futuro.