¿Sabías que hay diferentes tipos de respiración? Respirar es indispensable para vivir, por lo que es muy importante hacerlo correctamente, ya que sino podemos sufrir graves problemas de salud. Ahora bien, según la forma de respirar, podemos obtener ciertos beneficios para nuestro organismo. Así pues, si quieres saber qué tipos de respiración se dan y cómo identificarlos, sigue leyendo. Y recuerda que puedes ampliar tus conocimientos en técnicas de relajación y gestión emocional a través del doble Máster en Meditación + Máster en Mindfulness de Escuela Europea de Terapias Naturales y Bienestar.
Tipos de respiraciones
Las diferentes formas de respirar se pueden clasificar dependiendo de varios factores, como el mecanismo que utilizamos para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono o de los componentes presentes en la atmósfera. Por tanto, respirar correctamente es básico para mantenernos sanos y vivir.
Y como ya sabrás, en algunas culturas practicar la respiración consciente se trata de un ejercicio diario que ayuda a mantener el bienestar corporal y mental. Por eso, a continuación, vamos a diferenciarte los tipos de respiración que se dan.
Respiración abdominal
También se conoce como respiración diafragmática porque se basa en el movimiento que hace el diafragma cuando los pulmones se llenan de aire. Con este movimiento, el diafragma es empujado lentamente a la vez que el resto de los órganos situados en la cavidad abdominal. Como consecuencia, nuestro vientre se hincha.
En yoga, esta respiración se conoce como respiración baja y es beneficiosa porque oxigena la sangre, mejorando su circulación y estimulando el bombeo del corazón. También ayuda a reducir la ansiedad y el estrés.
Respiración torácica
También se denomina respiración costal porque las costillas se expanden y la cavidad torácica se amplia cuando llenamos de aire la zona media de los pulmones. Esta respiración solemos hacerla de forma inconsciente y destaca por incrementar nuestra capacidad pulmonar y su efecto relajante.
Respiración clavicular
Se da en la zona alta de los pulmones y es muy común en personas que padecen ataques de ansiedad o nerviosismo, así como en mujeres que están en la ultima etapa de embarazo porque el bebé ocupa la mayor parte de la zona abdominal. Esta respiración no posee ningún beneficio o efecto relajante.
Respiración completa
También se conoce como respiración yóguica y su principal objetivo es conseguir realizar los tres tipos de respiración explicados anteriormente, teniendo un control total y consciente del proceso respiratorio. A través de esta respiración podemos aumentar nuestra capacidad pulmonar, estimular la circulación sanguínea y alcanzando la serenidad, la concentración y la relajación.
Si quieres ponerla en práctica, tienes que tumbarte o sentarte, relajarte y respirar lentamente por la nariz. Seguidamente, debes vaciar tus pulmones exhalando profundamente y comenzando una inspiración abdominal lenta. Inspira de nuevo dilatando las costillas (respiración torácica), expira e inspira de nuevo alcanzando la respiración clavicular.
Mantén el aire en los pulmones durante unos instantes y exhala poco a poco, intentando que el aire salga de la parte alta de los pulmones, luego de la parte media y finalmente de la zona baja.
