Grado superior en integración social

Programar, organizar, implementar y evaluar las intervenciones de integración social.
Diseñar e implementar actuaciones para prevenir la violencia doméstica, evaluando el desarrollo de las mismas.
Valorar la información obtenida en cada caso para determinar y aplicar las estrategias y técnicas que resulten más adecuadas para desarrollar su autonomía personal e inserción ocupacional.
Realizar tareas de mediación entre personas y grupos aplicando técnicas participativas y de gestión de conflictos de forma eficiente.

Esta profesión simboliza estar implicado en la vida de diferentes colectivos, por ello, las personas que eligen estudiar el Grado Superior de Integración Social tienen especial vocación por el trabajo con personas que, por diferentes causas (sociales, personales, físicas, etc.), tienen dificultades para llevar a cabo su integración social satisfactoriamente.
Además, cuentan con un espíritu colaborador y flexibilidad ante diferentes criterios y propuestas, estabilidad y control, capacidades de organización, de implicación y compromiso, de iniciativa y trabajo en equipo. También destacan por su sociabilidad, empatía, responsabilidad, afectividad y extroversión.
Algunas de estas características son más innatas a tu perfil y otras las irás adquiriendo y desarrollando a lo largo del curso.

Estar en posesión del título de Bachillerato LOE modalidad BHCS; de Bachillerato LOGSE modalidad BHCS. De Bachillerato
Estar en posesión del título de Bachillerato LOE/LOGSE. Haber superado el segundo curso de otras modalidades de Bachillerato Experimental.
Tener la opción A ó B de COU ó el Preu superado.
Estar en posesión del título de Formación Profesional de Segundo Grado u otras titulaciones equivalentes a efectos académicos.
Tener una titulación universitaria a la que se accedió sin cumplir ninguno de los requisitos anteriores.

Grado superior integración social

En 2021, en España hay 11 millones de personas que se encuentran en exclusión social, 2,5 millones más que en 2018. Además, hay casi dos millones más de personas en exclusión severa -esto es, que el ingreso del hogar sea inferior al 40% de la renta media del conjunto de hogares-, superando los seis millones por primera vez desde 2007.
Si antes de la crisis de la covid-19, en 2018, la pobreza severa afectaba al 8,1% de los hogares, es ahora una realidad que viven el 11,4% de los hogares, más de 5,3 personas.
Se registra una subida importante de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes, de 3,6 millones en 2019 a 4,7 millones en 2020, lo que supone un aumento de 1,1 millones de personas que se encontraban en esta situación en el último año.
La diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 25% en nuestro país, según el informe “Evolución de la cohesión social y consecuencias de la COVID-19 en España”, publicado por la Fundación FOESSA.
Menos de la mitad de los hogares se encuentran en una situación de integración social plena, mientras el Índice Sintético de Exclusión Social (ISES) ha aumentado un 31% para el conjunto de las familias.

Tras pedir información uno de nuestros asesores formativos se pondrá en contacto contigo para resolver todas las dudas que tengas