Occidente: razón y mal

Directores: Javier Muguerza, catedrático de ética, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Yolanda Ruano, profesora Titular de Filosofía, Universidad Complutense

Coordinador: Ramón Ramos Torre

área: Ciencias Sociales

Patrocinador: Fundación BBVA

Descripción: Richard J. Bernstein ha señalado recientemente que nuestra cultura experimenta una brecha importante entre la visibilidad del mal y la debilidad de nuestras respuestas al mismo. Las imágenes del horror nunca antes habían sido tan ampliamente difundidas- campos de exterminio, de refugiados, hambrunas evitables, terrorismo globalizado- y, sin embargo, nuestras respuestas a él nunca fueron tan débiles. Parece que carecemos de un discurso lo suficientemente profundo, rico y sutil como para captar lo que experimentamos. Ya Hannah Arendt recordó que el problema del mal sería la cuestión de la vida intelectual de la Europa tras la experiencia de la segunda guerra mundial. Allí sucedió algo con lo que no nos podemos reconciliar, algo que nos desafía y a la vez se resiste a su comprensión. Pero si el siglo XX lleva, en efecto, el sello de dos guerras mundiales, de los totalitarismos de derecha e izquierda, de Hiroshima y el Gulag, de Auschwitz y Camboya, desde 1982 la lista de la barbarie no deja de agrandarse. Y aun cuando los filósofos y politólogos se sientan hoy mucho más cómodos hablando de la injusticia o de la violación de los derechos humanos que hablando del mal, por considerar que este problema pertenece más al discurso teológico y a una filosofía no suficientemente secularizada, lo cierto es que la pregunta por encontrar alguna “razón” del mal y del sufrimiento inútil que nos circunda, sigue siendo una pregunta acuciante en nuestros días. Bien es verdad que la reticencia a hablar del “mal” se debe también a que entre nosotros un extendido fundamentalismo ideológico y religioso ha hecho suya toda una retórica del mal para identificar aquello que debe ser extirpado con violencia.

La tarea que nos planteamos, en suma, es desarrollar una comprensión conceptual del problema del mal, lo que requiere identificar como ideológicas e incluso falsas algunas descripciones del mismo. Pero puesto que el problema del mal abarca distintas esferas y es abordable desde distintas perspectivas, queremos acercarnos a él desde algunas de ellas. Así, desde la filosofía, la sociología, la ética, la estética y la literatura tenderemos a arrojar alguna luz clarificadora sobre un problema que a todos nos convoca. En suma, el curso concita distintas relevantes figuras del mundo académico y extra-académico: desde filósofos, sociólogos, politólogos a críticos literarios y escritores muy reconocidos en nuestro país y fuera de él.