Relajación Consciente

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Descripción

  • Tipología

    Eventos

  • Lugar

    Madrid

  • Horas lectivas

    6h

Objetivo del curso: La Relajación Consciente combina elementos como el con­trol de la respiración, la supervisión individual, el arte, un período flexible de tiempo sin un momento de finalización determinado y una forma particular de trabajo focalizada en el desbloqueo de la energía. Todos estos elementos suponen un cuidadoso entrenamiento por parte de los profesionales que condu­cen las sesiones. Dirigido a: A cualquier persona

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IMPARTE JUAN MIGUEL ARENAL
ESPECIALISTA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA

En estas clases los participantes recibirán una preparación teórica y ejercicios respiratorios. Se opera según el principio de que somos nuestros mejores sanadores. La relajación consciente no sólo es una técnica, sino también un instrumento. Mediante la realización de esta relajación consciente:

· Se equilibra el sistema nervioso otorgando la capacidad de mantener la atención e intención en las situaciones estresantes.

· Proporciona estabilidad y confianza en uno mismo.

· Fortalece y flexibiliza el cuerpo físico y la mente.

· Ayuda a detener el conflicto interno que causa el estrés, falta de armonía y desgaste innecesario de energía, para que podamos experimentar la serenidad, claridad y paz interiores.

· Permite establecer un estado mental en el cual somos conscientes de nosotros mismos, dejando de ser títeres de estímulos externos y emocionales, observando nuestros pensamientos y acciones.

RELAJACIÓN CONSCIENTE

En los estados de conciencia alterados, holotrópicos, holísticos y conscientes, podemos trascender los estrechos límites del ego corpo­ral y aspirar a nuestra identidad plena. Esto es debido a que la respiración se convierte en un puente entre el consciente y el inconsciente. El trabajo con la res­piración nos ayuda en este proceso a inducir el estado de conciencia y crear un contexto seguro que nos permita volver a conectarnos con nosotros mismos, con los demás, con el mundo natural, con nuestro cuerpo y nuestro Ser.

La palabra holotrópico deriva de una raíz griega que signifi­ca moverse hacia lo íntegro. Las plantas se mueven en la di­rección del sol con un movimiento heliotrópico. De la misma manera, durante una sesión holotrópica, el organismo humano se encuentra inmerso en un estado de conciencia que le permite moverse en dirección a su integración, volverse un todo completo y sa­nar sus propios aspectos heridos o fragmentados.

Mientras se desarrolla el proceso que corresponde a este trabajo, van surgiendo muchas experiencias, pero proponerse experimentar la Relajación Consciente por sí misma no es el único propósito de esta práctica. Los objetivos son plenitud, sanación y sabidu­ría. Así pues, las experiencias son los medios que permiten alcanzar dichos objetivos. Cuando el cuerpo y la mente entran en un estado de conciencia a través del control de la respiración, la sabiduría interior aprovecha la oportunidad para avanzar en dirección a la sanación física, mental, emocional y espiritual, y también para efectuar un cambio evolutivo. La Relajación Consciente opera según el siguiente principio: somos nues­tros mejores sanadores.

La Relajación Consciente combina elementos como el con­trol de la respiración, la supervisión individual, el arte, un período flexible de tiempo sin un momento de finalización determinado y una forma particular de trabajo focalizada en el desbloqueo de la energía. Todos estos elementos suponen un cuidadoso entrenamiento por parte de los profesionales que condu­cen las sesiones. Estas caracte­rísticas del trabajo promueven la seguridad y la cura dentro de estados de consciencia.

Los que practican la Relajación Consciente pueden presenciar imágenes visuales cargadas de emociones, pueden experi­mentar la energía en movimiento dentro de su cuerpo, pueden alcanzar intuitivamente algunos insights que les permitan acla­rar aspectos conflictivos de sus vidas. Es frecuente oírles rela­tar que se sienten aliviados del estrés acumulado, que han liberado emociones relacionadas con antiguos traumas, que sienten más confianza en sí mismos y en su propio cuerpo. También suelen decir que han comprendido y ahora pueden superar antiguas pautas de comportamiento que tenían con­secuencias no deseadas.

Antes de realizar el primero de los ejercicios respiratorios, los principiantes reciben una preparación teórica que incluye la descripción de los fenómenos principales (perinatales, biográficos y transpersonales) que se producen du­rante una sesión. Las personas con problemas cardiovasculares y diagnóstico de glaucoma, deben realizar el ejercicio de forma progresiva permitiendo al organismo manifestar los posibles cambios o dificultades. Al principio, la persona debe verbalizar todas sus dudas, y éstas se clarificarán siempre que sea posible. En caso de que no se encuentre explicación a dichas inquietudes, podrán resolverse a lo largo del ejercicio o en los días sucesivos.

No obstante, la experiencia de la Relajación Consciente es en gran medida interior y principalmente no verbal, es decir, no se realizan inter­venciones habladas. El profesional conduce una relajación guiada para que la persona relaje su cuerpo y lo prepare para la sesión, asimismo le ayuda a tomar conciencia de ciertas vivencias del pasado o situaciones traumáticas. Aunque al comienzo de la sesión se le sugiere a la persona que intensi­fique el ritmo de su respiración, también se la estimula para que encuentre su propio ritmo buscando la respiración completa. Y así, una vez que la sesión ha comenzado, la persona reci­birá ciertas indicaciones para respirar de alguna forma en parti­cular. A medida que la respiración se vuelve más profunda, el profesional puede movilizar algunas partes de su cuerpo y ayudarle a obtener una respiración más abdominal.

A medida que avanza la sesión, las personas entran en estados de conciencia no habituales o estados alterados. Lo que se puede observar desde fuera varía según la persona o el momento. Hay quienes se quedan muy quietos, como si se encontraran en una profunda meditación. Otras personas comienzan a balancearse o hacen diferentes movimientos rítmicos. Algunos gritan, gimen, lloran o expre­san ira. A veces, la persona pide ayuda para ex­presar sentimientos o sensaciones, pero es más frecuente que encuentre recursos internos para permitirse vivir la experiencia que surge o para brindarse a sí misma la protección y la com­prensión que necesita. Las experiencias pueden ser diferentes entre un individuo y otro, y entre una sesión y otra. Con fre­cuencia, el mismo individuo vive diferentes experiencias en cada una de las sesiones de respiración.

Las sesiones de Relajación Consciente duran entre una y varias horas. Al final de la sesión, cuando la respiración no ha alcanzado a resolver todas las tensiones físicas y emocionales que se han activado, el profesional ofre­ce un trabajo focalizado para desbloquear la energía. El prin­cipio básico de dicho trabajo consiste en que a partir de las claves que ofrece la persona, deberá crear una situación en la que se amplifican los síntomas presentes durante la sesión. La energía y la conciencia se mantienen en este área, y mientras tanto el profesional alentará a la persona para que exprese plenamente su reacción, y al mismo tiempo, para que no se preocupe por la forma en que ésta se manifiesta. Este trabajo de concentración para desbloquear la energía constituye una parte esencial del proceso y juega un importante papel para que la experiencia se complete y quede integrada. Durante el ejercicio es fundamental hacerse consciente de los cambios físicos que se producen y recuperar la respiración abdominal con frecuencia y de manera continuada.

El aspecto experimental del entrenamiento como facilitador de Relajación Consciente crea una profunda confianza en la propia sabiduría interior. Quienes pasan por el entrenamiento profesional, se embarcan en diversos viajes interiores, de este modo poco a poco adquieren la convicción de que verdaderamente pueden confiar en su guía interior. Esta confianza les permite transmitir la fe intrín­seca en el proceso a los participantes que se sientan atemori­zados en alguna de las etapas del viaje interior.

La formación como facilitador de Relajación Consciente también incluye instrucción con respecto a los principales aspectos del modelo: respiración, música, arte y el trabajo de concentración para liberar energía. Los profesionales se entrenan en una forma de «hacer» que ellos llaman «no hacer». Es decir, se tornan sensibles para abstenerse de toda acción que no esté orientada a simplemente facilitar lo que ya ocurre con la per­sona que respira. Los profesionales consideran que la Relajación Consciente no sólo es una técnica, sino también un instrumento y un escenario; las personas que la practican pueden sumergirse en él, explorarlo y mientras tanto, contar con ayuda para in­tegrar la infinita gama de experiencias que se presentan.

Mediante la realización de la Relajación Consciente podemos obtener distintos beneficios, entre otros, disminuir ciertos síntomas que interfieren en nuestra vida cotidiana:

- Dolores de espalda y de cabeza.

- Molestias sin causa física concreta.

- Situaciones traumáticas.

- Mejora de bajos estados de ánimo.

- Reconocimiento de sensaciones.

- Incorporación de la armonía a nuestra vida.

Además, fortalece el sistema inmunológico manteniendo vitales nuestras glándulas Pituitaria (intuición) y Pineal (conocimiento).

Equilibra el sistema nervioso otorgando la capacidad de mantener la atención e intención en las situaciones estresantes. Proporciona estabilidad y confianza en uno mismo.

Refuerza el sistema digestivo favoreciendo así la asimilación de cualquier situación y el sistema excretor, imprescindible para la depuración y renovación.

Fortalece y flexibiliza el cuerpo físico y la mente, protegiendo a los cuerpos energéticos de las influencias dañinas.

Ayuda a detener el conflicto interno que causa estrés, falta de armonía y desgaste innecesario de energía, para que podamos experimentar la serenidad, claridad y paz interiores.

Permite establecer un estado mental en el cual somos conscientes de nosotros mismos, dejamos de ser títeres de estímulos externos y emocionales, observamos nuestros pensamientos y acciones.

Instaura la fuerza física y emocional para liberar nuestros miedos e inseguridades, experimentar nuestra divinidad interna, enfrentarnos a los desafíos con creatividad y vivir la vida apasionadamente.

Proporciona un «toque sagrado» a lo cotidiano, una proyección positiva y una vida rica y satisfactoria, sintonizando y utilizando la energía divina.

Si haces lo posible por cubrir las necesidades de tu cuerpo, mente y espíritu, el Universo cubrirá tus necesidades: estarás situado en el lugar y momento apropiado, donde suceden los acontecimientos y las cosas parecerán hechas a tu medida.


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