Escuela de Práctica Jurídica

La Escuela de Práctica Jurídica "Antonio Naya" del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga pretende proporcionar a los Licenciados en Derecho que quieran ejercer la Abogacía, los conocimientos de carácter práctico e instrumental necesarios y los fundamentos deontológicos que les permitan apreciar y respetar los valores en que se basa la profesión, sin olvidar también complementar los conocimientos teóricos que los Letrados en práctica han adquirido en la Universidad.

Dos Aulas, Málaga y Marbella, imparten en su totalidad las prácticas de iniciación a la Abogacía, con una duración de dos cursos y 60 créditos, concediéndose una especial relevancia al aspecto práctico de forma que se conozca de primera mano y de una forma directa las vicisitudes a que el Abogado debe enfrentarse en el ejercicio de su actividad, asistiendo a actuaciones judiciales y extrajudiciales, participando en colaboración con un Letrado en el desarrollo de procesos judiciales, colaborando con bufetes o asistiendo a trámites de asistencia a detenidos y presos.

La Escuela carece de ánimo de lucro y el esfuerzo que supone para el Colegio de Abogados su mantenimiento sería inútil si no contara con la inestimable ayuda de Juristas, Abogados, Magistrados, Secretarios Judiciales, Fiscales, Notarios, Registradores de la Propiedad, Abogados del Estado y otros especialistas en las materias que se imparten, los cuales forman su cuadro docente.

De esta forma el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga cumple con su obligación de elevar la formación de los Abogados y contribuir así a una mayor calidad en la prestación de servicios a los clientes, en la intervención ante los órganos de la Administración de Justicia y en la defensa del Estado de Derecho.

Método

Este programa adapta los enunciados y contenidos de los temas del curso tradicional a las directrices impartidas por el Consejo General de la Abogacía Española para su homologación. Así, y partiendo del bagaje teórico que los Licenciados en Derecho han adquirido como alumnos de la Facultad o en el ejercicio de la profesión, se persigue que los formadores se centren en las cuestiones prácticas que plantea el ejercicio profesional de la Abogacía, procurando que los Letrados en prácticas adquiera ciertas habilidades y las reglas esenciales del "usus fori".

Para ello se utilizará, junto con la experiencia que la práctica proporciona, los elementos didácticos y pedagógicos que sean más oportunos, trabajando con expedientes de casos reales, manejándolos desde el principio, cuando el justiciable acude por primera vez al Juzgado y siguiendo todo el tracto procesal hasta la sentencia, sus recursos y la ejecución. Se completará esta formación práctica mediante visitas a Centros de Detención, Juzgados, Notarías, Registros, Centro Penitenciario, asistencia a juicios, simulación de juicios, trabajo en prácticas en despachos de Letrados colaboradores y colaboración con Abogados adscritos al Turno de Oficio; todo ello como forma de aproximar a los Letrados en prácticas a la realidad con la que deberán enfrentarse en el ejercicio de la profesión.

De una manera muy especial se pretende que los Letrados en prácticas se familiaricen con las normas deontológicas, que les son generalmente desconocidas.

Las áreas de Derecho Civil, Derecho Penal, Derecho Administrativo, Derecho Tributario, Derecho Mercantil, Derecho Laboral y Deontología, junto con las materias profesionales y comunes, se consideran troncales, y además de los diversos temas en los que se contienen los conocimientos que se pretende transmitir al Letrado en prácticas, se relacionan en el programa una serie de habilidades y aptitudes propias de cada materia y que, junto a los conocimientos, se pretende que los Letrados aprendan y asuman.

Se seguirá con preferencia el sistema del caso, sirviendo éste como medio para que el alumno alcance los objetivos previstos. A través del caso el letrado en prácticas deberá adquirir la destreza suficiente para enfrentarse a los problemas cotidianos que el ejercicio de la profesión plantea. Esto no obstante, en circunstancias concretas y en determinadas materias, no puede dejarse de lado alguna información sobre conocimientos teóricos que permita al letrado en prácticas estar en disposición de enfocar correctamente el caso planteado.

No se pretende una formación teórica completa y se parte de la base de que el letrado en prácticas en el inicio de su actividad como abogado no se enfrentará a problemas jurídicos complejos, ni a cuestiones relacionadas con ramas del derecho muy especializadas; así, los casos planteados en las prácticas no serán de gran dificultad, al menos inicialmente, y tendrán relación con aquellas materias o instituciones jurídicas más comunes.

Los formadores serán preferentemente abogados en ejercicio, por ser los prácticos en derecho que mejor pueden guiar a los letrados en prácticas en la consecución de los objetivos previstos y que, en esencia, se refieren a la capacidad para ejercer la profesión de abogado; no obstante, también se cuenta con formadores no abogados y prácticos en derecho, conviene que los letrados en prácticas observen y comprendan sus criterios y modos de actuación.

El curso se divide en dos ciclos, ambos con inicio en octubre y conclusión en junio. Las prácticas se desarrollarán por la tarde, salvo en aquellos casos en los que, por su propia naturaleza, necesariamente deban llevarse a efecto por la mañana. Se pretende con ello que los letrados en prácticas puedan hacer compatible su formación en las prácticas de Iniciación a la Abogacía con su actividad de letrados en ejercicio.

En el primero fundamentalmente se impartirán prácticas de derecho procesal, el objetivo es que los letrados en prácticas, inmediatamente, dispongan de la capacidad necesaria para enfrentarse a casos concretos, redactar escritos y seguir un proceso, se estima que la preparación teórica adquirida en la facultad es suficiente para que el letrado en prácticas pueda empezar a probar, frente a supuestos concretos, su capacidad para resolverlos.

En el segundo ciclo, con preferencia, se impartirán prácticas relacionadas con materias de derecho sustantivo, sólo aquellas, que previsiblemente, sean más comunes a los inicios de la actividad profesional.

Durante ambos ciclos se instará a los formadores para que insistan en la redacción de escritos y la intervención en público de los letrados en prácticas, alentando su participación en las prácticas como medio para alcanzar los objetivos y motivarlos.

Objetivos

Las EEPJ deben formar a los Letrados en prácticas para:

• Asumir la Abogacía como una función social y solidaria.
• Defender con lealtad los intereses confiados por el cliente.
• Realizar, con desenvoltura y seguridad, las tareas cotidianas en los ámbitos en los que desarrolla la profesión el Abogado.
• Tener siempre presente la trascendencia deontológica de sus actos profesionales, apreciar su importancia para sí mismos, el cliente, la sociedad, la justicia y el colectivo profesional.
• Apreciar la conveniencia de propiciar una solución negociada al conflicto, y conocer las técnicas de negociación.
• Conocer y aplicar las técnicas, tácticas y estrategias que les permitan dirigir, seguir y resolver cualquier asunto jurídico, tanto judicial como extrajudicial.
• Argumentar, con corrección jurídica, tanto oralmente como por escrito.
• Localizar, analizar y valorar la legislación, jurisprudencia y doctrina científica aplicables al caso.
• Identificar las implicaciones interdisciplinares del asunto que se le encargue.
• Conocer el funcionamiento de un despacho de abogados y el usus fori de los juzgados y tribunales donde desarrolle su actividad.
• Elegir, si procede, la acción judicial más adecuada para la resolución del caso.
• Analizar la viabilidad de las posibles soluciones al conflicto, desde el punto de vista jurídico, sustantivo y procesal, tomando en consideración la posible duración del litigio o de la negociación, los aspectos económicos, incluidos los fiscales, y las repercusiones en el aspecto humano para las partes en conflicto.
• Identificar los aspectos sustantivos de cada caso y valerse de los medios de prueba más adecuados.
• Mantener una adecuada relación y comunicación con el cliente.
• Conocer el contenido y utilidad de los documentos notariales y registrales.
• Conocer el funcionamiento de los servicios de turno de oficio y asistencia al detenido, así como el de orientación jurídica.

Áreas de Trabajo:

• Penal
• Civil
• Mercantil
• Laboral
• Administrativo
• Tributario
• Deontología
• Profesionales y comunes.