Bailes de Salón

Las Clases de baile de pareja, al contrario que las clases de otras técnicas de danza son sencillas y al alcance de todos. Esto es así porque el baile de salón no es otra cosa que una forma de baile popular creado por el pueblo y para divertimento del pueblo.

Así pues, sus evoluciones son sencillas y no requieren ninguna preparación corporal específica. La base de esta forma de danza no es otra cosa que aprender a caminar a ritmos y en direcciones diferentes, junto con la pareja.

El estilo que se trabaja en estos cursos esta basado en lo que llamamos Escuela americana de Bailes de salón. Esta escuela tiene sus raíces en la Comedia Musical americana y su practica y docencia salen también de los escenarios de Broadway.

Me he permitido enriquecer esta escuela con todos los conocimientos aprendidos de otras disciplinas y estilos de baile de salón mas latinos, creando así un método propio y un estilo concreto, fruto del estudio y análisis del baile de pareja.

El hecho de trabajar un estilo en concreto no quiere decir que otras formas y maneras de bailar en pareja, que hayáis podido estudiar o contemplar, sean incorrectas. Hay distintas escuelas y, bajo nuestra opinión y propia experiencia, unas pueden complementar y enriquecer a las otras.

Nuestro trabajo parte del esquema corporal de cada uno de los alumnos para potenciar la comunicación y la expresión particular de cada cuerpo, intentando, eso sí, que a través del estudio de los bailes, se descubran tensiones o problemas corporales concretos para poder, precisamente, jugar y gozar del baile con la mínima tensión y rigidez muscular, llegando así, a poder trabajar la interpretación del movimiento y la cualidad del gesto.

El Baile de Salón aunque se aprenda de una manera codificada y precisa ha de dar paso a la comunicación y personalidad propia de cada una de las parejas.

Es evidente que cuantos más conocimientos técnicos se adquieran mas podremos lucirnos a la hora de bailar, pero la finalidad principal de este tipo de baile es la relación social y la interpretación que es produce dejándose llevar por el sentimiento de una música en concreto y no por el afán de impresionar a un público o a un jurado. Es una relación íntima con uno mismo y con la pareja a partir de un estímulo externo como es la música.

Esto no quiere decir pero, que su ejecución no tenga dificultad, cualidad o resulte estéticamente excelente para los demás.