Estiramiento de Meridianos

En Oriente, las disciplinas de larga vida se enseñan de acuerdo con el dicho popular: “Aprende a través de tu cuerpo, no a través de tu mente”. Esto es precisamente en lo que consiste el Zen Stretching. No se centra en los músculos ni en las fascias ni en su estado o situación, sino en una técnica que se usa muy poco y esta casi olvidada, que es la capacidad de nuestro cuerpo de movilizar y regenerar el Qi. Esto no tiene nada que ver con magia o milagros. Nadie nace siendo un gran enólogo, pero cualquiera -con práctica y pasión- puede llegar a distinguir cientos de aromas, fragancias, sutilezas del color y sabor de los vinos.

Así mismo, el Zen Stretching, combinando la forma (posiciones de estiramientos), respiración (espiración) y visualización, nos va a permitir trascender la forma al calmar el corazón y la mente, llevándonos a una renovada consciencia de nuestro propio Ser. Retornamos a esta inherente consciencia del perpetuo fluir de nuestra energía vital, aprendiendo como liberarla y aumentar su vitalidad. Por medio del Zen Stretching, experimentamos el poder curativo que surge una vez hemos roto con los patrones físicos y pensamientos cristalizados. Y así, sin esfuerzo alguno, nuestras articulaciones recuperan su movilidad, nuestros músculos se estiran, consiguiendo de manera natural, la flexibilidad y elasticidad de la madera fresca. Nuestra respiración se expande y nuestros corazones se abren, liberándonos del doloroso peso de las experiencias y traumas del pasado.