Arabia Saudita está tomando el concepto ya de moda de una ciudad vertical y literalmente lo está poniendo de lado, con planes para una comunidad residencial que se extenderá 170 kilómetros (106 millas) a través de un entorno sin carreteras, automóviles y emisiones de carbono. ¿Audazmente ambicioso? Sin duda, incitando a muchos escépticos a cuestionar si el proyecto, un llamado rascacielos denominado como The Line, realmente se concretaría cuando se dio a conocer en 2021. Pero las imágenes recientes de drones revelaron que la construcción comenzó en septiembre cuando los equipos comenzaron a crear la base. para un espacio que eventualmente apoyará a 9 millones de residentes y se convertirá en parte del gigaproyecto de ciudad inteligente Neom más grande.
Ubicado cerca de la costa del Mar Rojo, Neom pretende ser un destino turístico que también transforma la vida urbana con tres desarrollos distintos, incluido The Line, que contará con edificios gemelos que corren paralelos entre sí y se conectan por pasarelas. Toda la estructura tendrá un ancho de solo 200 metros (656 pies) y se construirá en una superficie de solo 34 kilómetros cuadrados (13 millas cuadradas).
Estas dimensiones son el resultado de un replanteamiento generalizado de la planificación de la ciudad, y el equipo lo denominó «urbanismo de gravedad cero». Las funciones de la ciudad se superpondrán verticalmente, dando a las personas la opción de moverse en tres dimensiones: arriba, abajo o transversalmente.
“Cuando pensamos en edificios altos, a menudo tienen que lidiar con cargas de gravedad y viento por sí mismos”, dice Tarek Qaddumi, director de planificación urbana de Neom. “Aquí la ventaja es que los edificios se apoyan entre sí, reduciendo la presión sobre cada uno individualmente”.
Al reinventar la huella física y ambiental del desarrollo urbano, los líderes de proyectos tienen el potencial de remodelar radicalmente las expectativas sobre cómo vive, trabaja y juega la gente. Caso en cuestión: los servicios esenciales, como escuelas y clínicas médicas, estarán accesibles para todos los residentes dentro de una caminata de cinco minutos, y un sistema ferroviario de alta velocidad ofrecerá un viaje de extremo a extremo que tomará solo 20 minutos. Los árboles, los jardines y otras plantas se ubicarán entre las estructuras de trabajo y recreación.
Como parte de sus objetivos de sostenibilidad, The Line está programado para funcionar con energía 100 por ciento renovable. Según lo previsto por Enowa (filial de energía, agua e hidrógeno de Neom), la ciudad sin emisiones de carbono combinará energía solar y eólica con una planta de agua desalinizada, que también funcionará con energía renovable. En última instancia, The Line podría producir 650 toneladas métricas de hidrógeno verde por día, lo que la convertiría en el hogar de la planta de hidrógeno verde más grande del mundo. Ese no es el único movimiento de energía: las redes de energía inteligente distribuirán los recursos en toda la ciudad para maximizar la conservación de energía.
El equipo también planea incorporar IA en todo el desarrollo, tecnología diseñada para facilitar la vida de las personas, con funciones como servicios médicos inteligentes y taxis autónomos con drones.
Sin embargo, el proyecto no está exento de controversia, ya que gran parte del debate se centró en la idea de construir una ciudad completamente nueva en medio de un desierto mientras el mundo lucha contra las repercusiones del cambio climático. Y si bien el equipo se ha comprometido con la energía renovable, el desarrollo sin duda requerirá operaciones de enfriamiento masivas, especialmente dado el constante aumento del calor en la región.
“Esta solución es un poco como querer vivir en Marte porque las cosas en la Tierra están muy desordenadas”, dijo a NPR Carlos Felipe Pardo, asesor senior de New Urban Mobility Alliance. También cuestionó la capacidad de las personas para disfrutar de la naturaleza o experimentar algo que no sea «artificial» en un entorno tan centrado en la alta tecnología.
Y luego están las preguntas que se arremolinan sobre la ambiciosa línea de tiempo del proyecto y si es posible que se complete en un período de tiempo tan corto. Los líderes del proyecto dicen que esperan tener el primer millón de personas viviendo en The Line para 2030.
Para asegurar la participación y mostrar los complejos conceptos de diseño, los líderes del proyecto lanzaron una gira de exhibición nacional de The Line en agosto, ofreciendo casi 50 visitas guiadas por día. La primera parada de la gira en Jeddah atrajo a más de 14.000 visitantes.
Hay mucho en juego: Neom es parte de la iniciativa Vision 2030 del reino para construir “una sociedad vibrante, una economía próspera y una nación ambiciosa”. Los líderes saudíes dicen que el proyecto The Line tiene el potencial de crear 380 000 «empleos del futuro» y contribuir con 180 000 millones de SAR al PIB del reino para 2030.
El futuro depende de proyectos innovadores que sepan respectar el medio ambiente y que, de igual modo, sean útiles para la sociedad.
Es necesario construir un equilibrio entre la naturaleza y la edificación de estos nuevos espacios. De ahí que las técnicas de construcción estén evolucionando constantemente y enfocándose en la sostenibilidad, para así poder reducir el impacto ambiental.
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