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Escribir es el sueño de muchas personas. Novelas, guiones para películas o incluso su propia autobiografía: el folio en blanco (aunque sea digital) ofrece muchas posibilidades. Sin embargo, una cosa es imaginarse delante del teclado dejando fluir las palabras y otra muy diferente conseguir llevar a cabo semejante empresa. Para escribir bien no sólo se necesita talento, que también, sino que el escritor o escritora tiene que tener la capacidad de organizar, desarrollar y finalizar el tema que está tratando. Según el género, existen ciertas normas que hay que seguir y es recomendable conocerlas.
Aunque formarse con cursos de escritura no va a otorgar a todos los alumnos la capacidad para convertirse en un autor ganador de premios literarios, sí puede ayudar a desarrollar su aptitud. Y quién sabe, quizás entre los estudiantes se encuentre un futuro Nobel de Literatura.
- Taller de escritura personalizado: lo primero que hay que hacer, antes de lanzarse a las teclas, es pensar qué se quiere escribir. Y antes de apuntarse a un taller concreto, se puede optar por buscar la asesoría de profesionales que puedan ayudar a encauzar el proyecto que se tiene entre manos.
- Cursos de escritura creativa: no es lo mismo poder redactar un texto correctamente que hacerlo con carácter literario. Es decir, hay una diferencia entre realizar un informe siguiendo las reglas de estructura, ortografía y gramática de manera adecuada que un relato que emocione, haga reír o se quede grabado en la memoria del lector. Si quieres optar por la segunda opción, deberás buscar un curso especializado en este tipo de escritura.
- Escritura autobiográfica y autoficción: ¿Quién no ha soñado alguna vez con relatar la historia de su vida? Los momentos más emocionantes, los sucesos más tristes y cómo se consiguió salir de ellos, los logros más relevantes. Sin embargo, este tipo de historias no son fáciles de contar ya que se corre el riesgo de aburrir al lector y ser autocomplacientes.
- Blogger: hay a quien le hubiese gustado ser periodista o columnista de opinión pero, por una razón o por otra, no encaminó su carrera profesional hacia el periodismo. Los blogs han dado la oportunidad a muchas personas de desarrollar ese interés a través de Internet. Los que no sepan cómo empezar pueden optar por un curso o un taller que les enseñe a dar los primeros pasos.
- Guion de cine y televisión: posiblemente, a los amantes de las películas y las series se les haya pasado alguna vez la idea de hacer su propia ficción audiovisual o añadir algún capítulo que mejorase su serie preferida. Pero aunque parezca un objetivo demasiado ambicioso, siempre existe una posibilidad y como siempre, hay que empezar por el principio: la formación.
- Redacción publicitaria: aunque muchas veces los anuncios resulten molestos, hay algunos a los que hay que reconocerles la genialidad. Y detrás de ellos hay un grupo de creativos entre los que se encuentra un redactor, también conocido como copy, responsable de ese eslogan que se queda irremediablemente dando vueltas en la cabeza.
Estos son sólo algunos de los géneros a través de los cuales se puede desarrollar la pasión por la escritura, aunque existen otros como la escritura para periodismo y comunicación digital o incluso la narración de novelas. Sólo hay que encontrar el adecuado para uno mismo.
Actualizado en 2021
