La figura de Wedding Planner está cada vez más presente en el sector de la organización de eventos. Este perfil profesional se encarga de ofrecer ayuda en el diseño, organización y planificación de un evento nupcial, atendiendo al estilo, presupuesto y necesidades de cada pareja.
En la sociedad actual, son diversas las circunstancias que impiden a una pareja y sus familiares o amistades encargarse AL 100% de todos los detalles para la celebración de su boda, por lo que contratar los servicios de un/a Wedding Planner es una de las opciones más frecuentes que se dan ante la celebración de un enlace matrimonial. La figura de Wedding Planner tiene la función de escuchar a la pareja para detectar, de primera mano, cuáles son sus ideas, tanto en lo que respecta a la ceremonia y celebración posterior de la boda, como en los más mínimos detalles de decoración, vestuario, menú, música, horarios, etc.
Dependiendo del tiempo del que disponga cada pareja para elegir y supervisar sus preparativos, la figura de Wedding Planner puede ayudarle en mayor o menor medida. Ante la demanda de profesionales con especialización en organización de bodas, los programas de master en Wedding Planner capacitan para trabajar en el sector de una manera asequible, ya sea para ejercer la profesión de forma autónoma o en empresas de eventos especializadas.
Explícitamente, las personas con este perfil deben buscar proveedores afines al estilo buscado, y la pareja interesada puede intervenir en el proceso de preparación, en la medida que desee, o bien dejar todo el trabajo en las manos profesionales del/la Wedding Planner. La comunicación de esta figura con todas las partes de la organización debe ser continua, por lo que la dedicación es plena y son numerosas las llamadas, e-mails, mensajes y reuniones que debe realizar durante meses para la preparación del evento, con el fin de acordar las decisiones más adecuadas al deseo de la pareja y ajustar presupuestos.
Además de los preparativos, las personas dedicadas a la profesión de Wedding Planner desempeñan una función decisiva el propio día de la boda, para evitar que la pareja esté pendiente de cualquier cuestión y que el evento resulte excelente, bajo la perspectiva de quienes contraten este servicio. Esta figura, a su vez, ha de transmitir tranquilidad en todo momento y su buen desempeño del trabajo puede suponer un importante ahorro económico, ya que reúne las tareas necesarias concentradas en su propia gestión.
A la vez que agiliza y controla la toma de decisiones para ofrecer el mejor resultado posible en una boda, la figura de Wedding Planner también tiene permitido ejercer labores de asesoría de moda e imagen personal; para poder completar este trabajo y orientar a la pareja y/o personas invitadas sobre su imagen en el día de la boda, realizar un curso de Personal Shopper es un recurso idóneo que permite adquirir en poco tiempo las nociones básicas de asesoramiento de moda y satisfacer la demanda del personal que contrate los servicios de Wedding Planner.
