Las instituciones académicas postobligatorias, tanto las universidades como los centros de formación profesional, han sido tradicionalmente reflejo de la situación socioeconómica del país. Aunque no siempre los estudiantes han valorado las posibilidades de inserción laboral que se les presentan tras finalizar sus estudios, lo cierto es que, cada vez más, se evalúa este aspecto a la hora de decidir qué estudiar.
Desde el año 2008 España sufre una gran crisis económica, derivada, de forma directa o indirecta, del sector inmobiliario. Entre los años 1996 y 2007 el país vivió una de las épocas de mayor bonanza económica de su historia reciente, motivada, por una imparable especulación en este sector.
En este artículo, intentaremos demostrar como ha afectado la crisis, de manera negativa, en estudios como arquitectura e ingenierías y, por contra, cómo ha aumentado el número de estudiantes que han decidido matricularse en una carrera sanitaria o relacionada con los servicios sociales. La crisis de la industria de la construcción y el éxito de la ayuda social.
La mejora de la economía vino de la mano de un aumento cada vez más intenso de los puestos de trabajo en el sector de la construcción, tanto de mano de obra cualificada, como es el caso de ingenieros y arquitectos, como de trabajadores no cualificados, obreros. Tanto es así que, según datos del tercer trimestre de 2007 del Ministerio de Trabajo, justo antes de explotar la burbuja inmobiliaria habían 20,5 millones de trabajadores en el país, que dependían de forma más o menos directa del sector de la construcción. Este boom económico se vio reflejado no sólo en la cifra de trabajadores, sino también en las óptimas condiciones laborales, que en la mayor parte de los casos, recibían estos empleados, lo que, a su vez, determinaba un aumento del consumo, e impulso de otros sectores económicos.
El final de la historia de este periodo de bonanza económica es de sobra conocido. A partir de finales de 2008 la economía española comenzó a desequilibrarse a causa de un agotamiento del sector y, sobre todos, al colapso del sistema hipotecario. La cifra de trabajadores en paro que habían trabajado en este sector no ha dejado de crecer con el paso de los años, alcanzando cifras récord en los últimos, y afectando no sólo a los trabajadores del sector de la construcción, sino a la totalidad de sociedad española.
Reducción progresiva de la demanda
Según el último informe publicado por el Ministerio de Educación, referente al curso 2013-2014, y precisamente como consecuencia directa de esta crisis, como ya se ha indicado en este artículo, en los últimos años se ha reducido considerablemente la demanda de titulaciones del ámbito de ingeniería, industria y construcción, aunque los centros académicos, por el momento no han reducido el número de plazas disponibles. Contrariamente a este ámbito, según el mismo informe, se ha aumentado tanto la demanda como las plazas de los estudios relacionados con la salud y los servicios sociales, tanto en los centros públicos, como los privados.
De hecho, según datos del Ministerio de Educación, del curso académico 2003-2004 al curso 2013-2014 ha descendido la demanda de estudios relacionados con la construcción un 4,6%, del 17,2% al 12,6%, y consecuentemente la nota media exigida que da acceso a los estudios de esta rama. Aunque estudios estrechamente relacionado con el sector de la construcción, como es el caso de la titulación en Arquitectura, siguen teniendo una nota media alta, superior a 8, en la mayor parte de las universidades españolas. Donde más se ha notado el descenso de las notas medias exigidas para acceder han sido, entre de este ámbito, en las ingenierías en Geomática y Topografía, Civil u Obras Públicas.
Según datos publicados de un estudio realizado por el Sindicato de Arquitectos cerca de 4.000 profesionales de la construcción han optado por salir del país para encontrar un empleo dentro del sector de la construcción. Atendiendo al bloqueo de la construcción en España en este momento, quizás sea en este momento de las pocas, o la única, alternativa para estos profesionales. Tras observar la evolución de este sector, pasando de garantía de éxito profesional a emigración forzosa en los últimos años, la pregunta ahora es ¿qué ámbito se beneficiará de la situación económica en el futuro? ¡Hagan sus apuestas!
