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«La clave para una buena educación pasa por el esfuerzo de la familia y eso se demuestra en el homeschooling»

El mes pasado publicamos un artículo sobre la educación en casa o homeschooling y para ampliar nuestra visión sobre este fenómeno hemos entrevistado a Olvido, una madre que, junto a su pareja, decidió hace casi una década tomar las riendas de la educación de sus tres hijos, que hoy tienen 16, 14 y seis años.

¿Por qué optastéis por esta forma de educar y criar a vuestros hijos?

Mi primera hija, Carmen, fue a la escuela pese a que no nos convencía el sistema. Yo ya sabía que había otras alternativas en educación, pero donde nosotros vivíamos no estaban a nuestro alcance. Cuando nació nuestra segunda hija ya habíamos aprendido un poco más sobre homeschooling, habíamos acudido a bastantes encuentros con otras familias y a cursos de Mauricio y Rebeca Wild, que han inspirado a mucha gente en España.

Entonces decidimos que la pequeña no iba a ir a la escuela y a la mayor le dimos la oportunidad de seguir o salir. Yo la había metido ahí y no la quería trastocar mucho. Ella no tenía ningún “problema” en la escuela: se integró bien, era buena estudiante y compañera. No me gustaba el tema de los deberes, la enseñanza tal y como está concebida en el sistema y en casa teníamos otra manera de hacer las cosas: respetábamos sus ritmos, sus tiempos, estábamos mucho con ella y nos juntábamos con otras familias por la tarde, hacíamos actividades desde otro planteamiento. Ella empezó 3º de primaria y un día llegó a casa y nos planteó que no quería volver. Esperamos un tiempo y cuando vimos que su decisión era firme, dimos el paso.

¿Cómo lo comunicaron en el colegio? ¿Hubo problemas con las administraciones?

Como es normal, en el colegio no lo entendieron muy bien. El maestro no entendió nada, creyó que teníamos un problema con él y el director nos amenazó con dirigirse a instancias superiores de Educación.

Yo soy trabajadora social, así que pedí una cita con el delegado de Educación. No nos atendió él, pero sí un inspector que nos recibió con la Ley de Educación de Castilla la Mancha y el protocolo de absentismo encima de la mesa. Nosotros le dimos todas las razones de nuestra decisión. Considerábamos que no estábamos actuando en contra de la ley, sino que en España existe un vacío legal y la educación en familia no está penada. De hecho, en leyes anteriores a la Constitución estaba reconocida. Nos pidió que presentásemos nuestras razones por escrito.

Nosotros elaboramos un informe argumentado apoyándonos en la página de la Asociación por la Libre Educación, que tiene recogidas todas las sentencias en España. Todo esto fue antes del 2010, de la sentencia del Tribunal Constitucional por el caso de Málaga, en el que por primera vez declaró la obligatoriedad de la escolarización. Hasta aquel momento, las sentencias habían sido favorables para las familias, pues hablaban del derecho reconocido en la Constitución de que los padres pueden elegir para sus hijos la educación más acorde a sus principios, y en ello nos amparamos.

Yo fui un poco adelantándome a las posibles denuncias que pudieran surgir porque sentía que no tenía nada que esconder y estaba ejerciendo un derecho. También contacté con la defensora del pueblo en ese momento para explicarle la situación, y los servicios sociales me dijeron que, al no haber dejación de funciones por parte de los padres, era un tema de Educación.

El caso es que ésta fue nuestra relación con la administración. Nunca más se volvieron a poner en contacto con nosotros. Creo que, del mismo modo que en otras administraciones han sido más beligerantes, Castilla La Mancha ha pasado un poco por encima del tema.

¿Y cómo empezaste a educar a tus hijos en casa? ¿Necesitaste la ayuda de otras personas y de especialistas?

La responsabilidad de la educación recae en la familia, pero en un principio nos reuníamos con más familias para desarrollar y compartir estrategias. Por un lado, creábamos un espacio donde ellos tuvieran lo que pudieran necesitar y llegamos a tener una carpintería, rincón de manualidades, habitación de los colchones, zona de experimentos, zona de lectoescritura, otra con material concreto de matemáticaens, huerto, etc.

Por el otro, hacíamos excursiones e incluso hemos ido a conocer la escuela de hostelería,  contactamos con profesores de música e inglés, siempre en función de los intereses del niño. Sentimos que lo que se aprende en este tipo de educación, según el interés y la iniciativa propia, realmente se aprende y permanece. Mientras lo que te viene dado desde fuera, sin interés, se memoriza y después se pierde.

¿Y tuviste que formarte para educar a tus hijos?

, aparte de los encuentros con otras familias, tenemos bastantes referentes. Leímos a María Montessori por el tema de los materiales, con Piaget estudiamos las etapas del desarrollo del niño, para entender en qué momento están y sus necesidades reales; y de Aletha Solter nos informamos sobre la expresión de las emociones. Con Mauricio y Rebeca Wild aprendimos los fundamentos de la educación no directiva…

¿Seguís algún tipo de método?

No tenemos un currículum determinado en el caso concreto de mi familia.  Fuera del sistema hay muchas modalidades, hay quien educa en casa siguiendo unos libros de texto porque no les gusta que haya tantas horas lectivas, o que estén siempre en la misma clase aprendiendo todos al mismo ritmo, pero sienten que tienen que dar el mismo currículum. En el caso de mi familia, eso no nos preocupa, es mucho más importante como aprenden a aprender que los contenidos en sí, promoviendo un aprendizaje vivencial, a través de la experiencia. A partir de ahí surgen las preguntas y el reto para nosotros como padres y acompañantes es ayudarles a encontrar las respuestas.

Por ejemplo, todos han aprendido a leer y ninguno ha seguido una cartilla de lectura, sino de una manera espontánea, cada uno a una edad, por el contacto natural con las palabras y cuentos.

Nuestros referentes en este sentido puede ser la educación no directiva o educación activa, que en inglés se conoce como unschooling. Es acompañar, quedarte a disposición de los niños y según sus intereses reales, más que programar qué cosas deben aprender y en qué momento.

¿Qué ventajas consideras que tiene educar en familia respecto la escuela?

Ahora que nuestras hijas son más mayores vemos que tienen mucho interés en sistematizar todo lo aprendido en la primera infancia mediante la experimentación, darle una estructura, profundizar en los temas. Por el contrario, veo que los chicos de 14 o 16 años que están en el sistema están aburridos, no tienen interés por nada, mientras que con ellas es al revés. Vemos que el resultado es diferente.

Con esto no creo que estos chicos sean especiales y mejores. Para mí la clave está en la familia. Yo no lo achaco todo al sistema escolar, creo que hay niños que van a la escuela y son personas muy plenas porque detrás hay una familia muy presente.

¿Y notas alguna desventaja?

Es una opción minoritaria, que supone una reorganización familiar, un esfuerzo económico, alguien de la familia tiene que renunciar a trabajar fuera de casa para estar más presente. Para los niños a lo mejor es más difícil tener un gran grupo de iguales.

¿Y cómo suplen esa falta?

Hacemos actividades de todo tipo con otras familias, con las que convivimos varios días, por lo que tienen amigos en otras ciudades. Son niños normales que tienen amigos, no estamos en un cubículo, sino integrados en un barrio, en una ciudad. También tienen su ordenador, ven películas y la hermana mayor mantiene sus relaciones por Whatsapp como cualquier otro chico de su edad. Se saben comportar perfectamente en cualquier situación social y con todo tipo de personas, adultos incluidos; y son respetuosos con el entorno, no viven en una burbuja.

1 comentario en ««La clave para una buena educación pasa por el esfuerzo de la familia y eso se demuestra en el homeschooling»»

  1. Te puedo asegurar que sin el esfuerzo de mi madre hoy por hoy no seria economista un niño que en sexto dejaba hasta 7 asignaturas jajaj y que repitio sexto aprobando solo gimnasica y religion y que posteriormente acabo la licenciatura suspendiendo tres examenes en toda la carrera y con sobresalientes y notables

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