AirBNB o UBER fueron, en su momento, start-ups que gracias a la tecnología, los usuarios y su adaptación al cambio, supieron darle la vuelta a mercados ya consolidados como son el sector turístico o el de los transportes. De hecho, y en el primer ejemplo, hasta pequeñas empresas como Expedia o eDreams han logrado influir en los precios de grandes cadenas hoteleras, para que después entrasen en juego los metabuscadores como Skyscanner o Kayak, entre otras.
El fenómeno que se produce, las oportunidades para ciertas empresas que nacen, y los retos para las empresas que dominaban un sector concreto que comienza a tambalearse han sido los temas tratados por Manuel Núñez, CEO de Servantrip y experto en ecommerce con más de 15 años de experiencia en gestión de empresas, fusiones, adquisiciones y expansión internacional en Banca, Seguros, Tecnología e Internet.
El invitado ha recalcado a nuestros alumnos que asistieron al evento la importancia de la adaptación a los cambios que ha traído, y traerá, Internet y las nuevas tecnologías. “No solo nos falta tiempo para adaptarnos, sino que debemos tener un foco siempre puesto en la innovación, o aceleramos o podemos quedarnos fuera de juego muy rápido”.
Finalmente Manuel Núñez también presentó a los alumnos su caso con Servantrip, la primera plataforma del sector turístico a nivel internacional. “En Servantrip queremos hacer la vida más fácil a las personas que viajan”, para ello ponen a disposición del viajero servicios de transporte, intérprete, guía o abogado a través de profesionales locales certificados. La diferenciación de Servantrip reside en la confianza, ya que para formar parte los profesionales deben superar un riguroso proceso de selección y su actividad es valorada de forma continua por los viajeros.
La parte más oscura o preocupante de la conferencia ha sido la sensación amarga de reflexionar sobre las cantidades de personal humano que quedará sin trabajo con motivo de la tecnología. ¿Qué solución tenemos como personas, igualmente saber adaptarnos al cambio como has dicho de las empresas?
Como decía Darwin: “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio.” La innovación es imparable, y sin duda la irrupción de la robótica y las nuevas tecnologías van a transformar la forma de vida que conocemos hasta ahora. Cuanto antes asumamos esta situación y busquemos la mejor forma de adaptarnos más fácil será el cambio.
Como ejemplo de lo anterior, señalabas UBER y su flota de coches autónomos. ¿Cuál es el futuro de los taxistas? ¿Y a largo plazo de la industria del transporte público?
Sin duda la industria del transporte público se va a transformar, y con la incorporación de los coches autónomos, el sector del taxi no se quedará al margen. De hecho, en Singapur ya hay una empresa de taxis circulando con vehículos autónomos, además de otros proyectos que se están poniendo en marcha en varias ciudades, como el de UBER en Pittsburgh o el de Helsinki con autobuses autónomos.
Según Chris Dixon, Socio Director de Andreessen Horowitz en Silicon Valley, en 10 años las calles estarán llenas de coches autónomos, como consecuencia del desarrollo de la inteligencia artificial, el abaratamiento de los costes de la tecnología y su accesibilidad.
Hace unos meses el Consejero Delegado de Ford, Mark Fields, anunciaba que en 2021 empezará a vender coches autónomos que no requieren intervención humana. Además, destacó como fabricante de coches que ha aprendido del error de Kodak, que perdió la oportunidad de transformarse en una empresa de fotos digital orientada a movilidad.
Algunos de los alumnos que asistieron a la conferencia tendrán en mente el emprendimiento. ¿Consideras que es difícil emprender en España? ¿Qué medidas ayudarían a fomentar el emprendimiento?
España ha avanzado mucho en emprendimiento, tanto en el número de emprendedores como en la calidad de los proyectos. La crisis ha sido un detonante para que muchas personas se hayan decantado por poner en marcha nuevas empresas, sacándolos de su zona de confort. Además, los casos de éxito de algunas start-ups españolas han ayudado a impulsar el emprendimiento y a generar un ecosistema cada vez más amplio de business-angels, sociedades de capital riesgo, aceleradoras y “venture builders”. Por otra parte, las grandes empresas han empezado a apostar por los emprendedores, invirtiendo en aquellos proyectos vinculados a su sector con objeto de anticiparse a los cambios y acercarse a la generación “millennials”. Por último, mencionar el apoyo a las start-ups por parte de organismos públicos como ENISA, CDTI o SEGITTUR, entre otros, a través de distintos vehículos de inversión (préstamos participativos, subvenciones, etc).
Más allá también comentabas que debemos deshacernos de la mentalidad europea y “aprender” a perder dinero hasta conseguir revertir los costes en beneficios. ¿En qué modelo deberíamos fijarnos?
En un mundo global las empresas tienen que ser globales, sobre todo en el sector de las tecnologías de la información y en comercio electrónico. Para ello, aquellos proyectos innovadores, que aporten un valor diferencial al usuario y sean fácilmente escalables, necesitarán contar con financiación suficiente para expandirse a nivel internacional y posicionarse como una referencia en su sector. En este sentido, las start-ups norteamericanas juegan con ventaja. Empresas como UBER, AirBNB, YouTube, Twitter, Netflix, Facebook, Dropbox, Tesla, Google o Amazon, entre otras, son ejemplos de start-ups que durante años han perdido dinero, y, sin embargo, han seguido contando con el apoyo de inversores. A día de hoy estas empresas no solo son líderes a nivel mundial, además algunas de ellas incluso tienen una posición dominante en varios países.
¿Qué papel juega la educación para ese cambio de mentalidad, o cuál es el protagonista que puede potenciarlo?
La educación es un elemento crítico para facilitar la adaptación al cambio. En 10 años desaparecerán gran parte de los trabajos que hoy conocemos. Por ello, debemos replantearnos cuál debe ser el modelo educativo que permita a las nuevas generaciones vivir en un entorno laboral totalmente cambiante.
Estamos ante la cuarta revolución industrial. A finales del siglo XVII fue la máquina de vapor y esta vez serán los sistemas autónomos y robots con inteligencia artificial los responsables de una trasformación radical.
