Se llama Julle, es sueco, tiene nueve años y le encanta jugar al fútbol. Pero en su equipo hay quien no entiende qué son la transexualidad y la identidad de género. Este joven futbolista nació con genitales femeninos. Sin embargo, se identifica como un niño desde los cuatro años. Julle siempre ha tenido claro que le encanta el deporte rey. De hecho, tiene la habitación llena de pósters de deportistas y se entrena con el Veberöds AIF desde 2016. Todo iba bien hasta que en el club le propusieron que jugara con el equipo de niñas. Para la familia, esta actitud es un claro ejemplo de discriminación. “Un día recibí una carta con la lista de los chicos que iban a participar en un torneo. Y mi hijo no estaba en ella. En principio, pensé que era un error. Cuando contacté con el equipo, ellos me dijeron que la dirección había decidido que Julle se entrenara con las chicas”, explica la madre del joven.
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