Uno de los pilares de la comunicación no verbal es nuestro aspecto, la imagen que proyectamos. Ésta viene determinada en gran medida por las prendas y complementos que usamos en cada una de las actividades que realizamos en nuestro día a día. Por tanto, a pesar de la “etiqueta de superficialidad” que algunas personas se empeñan en otorgar a la vestimenta, lo cierto es que ésta es una poderosísima herramienta de comunicación personal y como tal, debemos utilizarla como aliada en la consecución de nuestros objetivos personales y profesionales.
No olvides que en función de cómo vistas, así te verán los demás y así te tratarán. La imagen que transmites a través de tu manera de vestir, influye en gran medida en tu vida y en el desarrollo de tus relaciones personales y profesionales.
Las prendas de vestir, así como los complementos, están formados por una serie de características (líneas, formas, tejidos, colores…) que en función de cómo sean, harán que quien los lleve transmita una determinada imagen u otra (seriedad, cercanía, seguridad, distanciamiento…). La vestimenta por tanto desprende códigos de información, habla por y sobre nosotros. La manera en que vistas da información acerca de tu personalidad, tus aspiraciones, tu estatus social, tus aficiones… Por ejemplo, no se ofrece la misma imagen con una chaqueta con hombros estructurados, que con otra con hombros redondeados. No se ofrece la misma imagen con una camisa con cuello de pico que con cuello barco o caja. No se ofrece la misma imagen con una camisa de rayas que con una de cuadros, etc.
Por ello, es muy importante conocer qué características de prendas y complementos son las idóneas para tu caso concreto (en función de tus propias características físicas y de tus objetivos de comunicación). Esto es clave para transmitir tu imagen deseada y por tanto para situarte en el mejor punto de partida para alcanzar tus objetivos.
Cada una de las prendas de tu armario tiene que ser una herramienta que te ayude a conseguir tus objetivos concretos y al mismo tiempo verte favorecido. No caigas en la trampa de ponerte lo primero que encuentres, haz del acto de vestirte, algo racional, algo meditado. Cuestiónate la siguiente pregunta «¿qué imagen quiero transmitir hoy (seriedad, seguridad en mí mismo, cercanía,…?», y en base a tu respuesta, escoge aquellas prendas y complementos que te ayuden a transmitir tu imagen deseada.
¿Eres consciente ahora del poder y grado de influencia que tienen las características de las prendas sobre tu comunicación personal? ¿Te das cuenta que hay características de las prendas que deberás evitar si quieres transmitir una determinada imagen? Optar por prendas con las características equivocadas puede dar lugar a resultados desastrosos e indeseados.
¡Haz de tu comunicación personal una garantía de éxito!
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Amo comunicación y la facilidad de expresión verbal y no verbal… Es bueno aprender de todo un poco