¿Qué certificados de profesionalidad hay en el mundo de la actividad física?

Los certificados de profesionalidad son unos documentos expedidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que avalan las competencias de una persona para trabajar en un determinado ámbito. Sobre el papel, estas certificaciones tienen validez en todo el Estado español y también pueden conseguirse a través de las instituciones autonómicas. Sin embargo, la oficialidad de estas acreditaciones entra en terreno pantanoso cuando hablamos de estudios no reglados. 

El mundo de la actividad física es un claro ejemplo de esta situación. Mientras que algunas disciplinas cuentan con certificaciones del SEPE, en otros casos hay que acudir a centros privados que ofrezcan un título equivalente. Sea como sea, las únicas titulaciones reconocidas en el ámbito del deporte son las siguientes: grado en CAFD, ciclos de FP y certificados oficiales de profesionalidad.

En cualquier caso, desde el año 2019 es obligatorio tener una certificación oficial para poder trabajar. Así pues, antes de matricularnos a un determinado curso debemos asegurarnos de que el documento será válido para ejercer legalmente. En otras palabras, conviene evitar los diplomas no homologados en la medida de lo posible.

Los certificados de profesionalidad pueden clasificarse mediante dos criterios: por una parte, la disciplina que abarcan (yoga, pilates, buceo aquagym, etc.) y, por otra, la entidad que los emite: SEPE, federación profesional, entidad internacional, etc. En este post, hemos seleccionado alguno de los certificados que puedes pedir para convertir el deporte en tu actividad profesional. ¿Con cuál te quedas?

¿Qué certificados de profesionalidad avalan mis conocimientos?

1. Pilates. Los instructores del método Pilates deben regularizar su formación con un certificado de profesionalidad. Una vez hecho esto, podrán ejercer en centros o gimnasios especializados.
2. Buceo. Las actividades subacuáticas, ya sea buceo comercial o buceo profesional, también entran dentro del pack. Cuentan con diversos certificados expedidos por el SEPE. Por ejemplo, el de Actividades subacuáticas para instalaciones acuícolas y recolección de recursos o el de Operaciones subacuáticas de reparación a flote y reflotamiento.
3. Fitness acuático. Este certificado del SEPE permite dedicarse profesionalmente al Aquagym. Es decir, a preparar actividades que recuperen, cuiden o mejoren el estado físico y mental en un entorno acuático.
4. Stott. El Stott es una variante modernizada del Pilates tradicional. La diferencia principal es que este método realiza los ejercicios manteniendo la curvatura natural de la columna.
5. Fitness Coaching. Se trata de una especialidad del coaching que procura que la persona consiga llevar, por iniciativa propia, un estilo de vida saludable. El coach debe documentar sus conocimientos con una certificación.
6. NCSA. Se trata de la certificación que necesitan los entrenadores personales. Habilita para trabajar con clientes sedentarios o físicamente activos que quieran mejorar su estado de salud.
7. AFAA. La Athletics and Fitness Association of America también emite certificados para entrenadores personales. Si quieres marcar la diferencia, no te lo pienses dos veces.
8. FEDA. La Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness ofrece certificaciones de diferentes tipos. Por ejemplo, la de Acondicionamiento Físico en Grupo con Soporte Musical, la de Acondicionamiento Físico en Sala de Entrenamiento Polivalente, la de Acondicionamiento Físico en Fitness Acuático e Hidrocinesia y la de Instrucción en Yoga.
9. PADI. La Professional Association of Diving Instructors ofrece sus propias certificaciones para profesionales del buceo. Una garantía de reconocimiento internacional.

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Este artículo ha sido actualizado en 2021.