Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

¿Cómo lograr el equilibrio energético?

En un mundo en el que la obesidad y las enfermedades relacionadas con la alimentación son cada vez más comunes, entender y mantener un equilibrio energético adecuado es esencial para una vida saludable. Pero ¿qué es exactamente el equilibrio energético y cómo se estructura? En este artículo, exploraremos los conceptos fundamentales del equilibrio energético y cómo se logra a través de hábitos alimenticios saludables.

Sigue leyendo o descubre más sobre el tema con el curso de nutrición deportiva del Instituto DYN. 

¿Qué es el equilibrio energético?

El equilibrio energético se refiere al equilibrio entre la energía que ingerimos a través de los alimentos y la energía que gastamos en nuestras actividades diarias. Si consumimos más energía de la que gastamos, nuestro cuerpo almacenará el exceso como grasa, lo que puede llevar a un aumento de peso. 

Por el contrario, si gastamos más energía de la que consumimos, nuestro cuerpo utilizará las reservas de energía almacenadas en forma de grasa para obtener la energía que necesita, lo que puede llevar a una pérdida de peso.

El equilibrio energético es fundamental para mantener un peso corporal saludable y prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad y la diabetes tipo 2. 

¿Cómo se divide el equilibrio energético?

El equilibrio energético se divide en dos componentes principales: la ingesta de energía y el gasto de energía.

La ingesta de energía se refiere a la cantidad de calorías que obtenemos a través de los alimentos y bebidas que consumimos. Esta energía se utiliza para realizar funciones básicas del cuerpo como respirar, mantener la temperatura corporal y realizar actividades cotidianas como caminar y trabajar.

El gasto de energía se refiere a la cantidad de calorías que quemamos en nuestras actividades diarias, incluyendo el metabolismo basal (el gasto de energía necesario para mantener nuestras funciones corporales básicas en reposo), la termogénesis dietética (el gasto de energía necesario para digerir y procesar los alimentos que comemos) y la actividad física (el gasto de energía necesario para hacer ejercicio o realizar cualquier actividad física).

¿Cómo alcanzar el equilibrio de energía?

El equilibrio energético se logra cuando la ingesta de energía es igual al gasto de energía. Si la ingesta de energía es mayor que el gasto de energía, se produce un exceso de energía que se almacena en forma de grasa en el cuerpo, lo que puede llevar al aumento de peso y la obesidad. Por otro lado, si la ingesta de energía es menor que el gasto de energía, el cuerpo utilizará las reservas de grasa almacenadas para obtener la energía que necesita, lo que puede llevar a la pérdida de peso.

Mantener un equilibrio energético adecuado implica una combinación de una alimentación saludable y equilibrada y actividad física regular. El consumo excesivo de alimentos altos en calorías y la falta de actividad física son los principales factores que contribuyen a un desequilibrio energético negativo, lo que puede llevar a un aumento de peso y problemas de salud a largo plazo.

¿Qué órgano controla el balance energético?

El hipotálamo, una pequeña estructura en el cerebro, es especialmente importante en la regulación del equilibrio energético. Este órgano recibe señales de todo el cuerpo sobre la cantidad de energía disponible y utiliza esta información para ajustar la ingesta de alimentos y el gasto de energía para mantener el balance energético adecuado.

El hipotálamo produce y libera hormonas y neurotransmisores que controlan el hambre, la saciedad y el metabolismo. Cuando los niveles de glucosa en sangre son bajos o el cuerpo necesita energía, el hipotálamo libera hormonas que estimulan el hambre y reducen el gasto de energía para conservar energía. Por otro lado, cuando los niveles de glucosa en sangre son altos o el cuerpo tiene suficiente energía, el hipotálamo libera hormonas que reducen el hambre y aumentan el gasto de energía para utilizar el exceso de energía almacenado.
Además del hipotálamo, la corteza prefrontal y el sistema límbico están implicados en la toma de decisiones y la respuesta emocional a la comida, respectivamente. En conjunto, estas partes del cerebro trabajan para mantener el equilibrio de energía adecuado y asegurar que el cuerpo tenga suficiente esfuerzo para funcionar correctamente.

Si te ha interesado este artículo no dudes en echar un vistazo en nuestra oferta formativa

Deja un comentario