El sueño es uno de los aspectos fundamentales en los seres humanos, pues de él depende básicamente la calidad de vida de cada persona. Y es que precisamente la calidad del sueño determina prácticamente todo el funcionamiento del cuerpo. No en vano los doctores y especialistas recomiendan dormir entre 7 y 8 horas por noche.
Por ello, el artículo de hoy está dedicado al sueño. Aquí te contaremos en detalle todo lo que necesitas saber acerca del sueño profundo y sueño ligero; además te daremos algunos consejos para que puedas equilibrar tu forma de dormir. Pero antes, no olvides que ELBS – Escuela de Liderazgo Spain tiene disponible para ti la nueva Certificación en Coaching Personal y PNL, un programa de primer nivel que te permitirá convertirte en un experto en este campo.
El sueño: cómo funciona
Es muy común pensar que al dormir el cuerpo se entra en una etapa descanso y desconexión total, una teoría completamente alejada de la realidad. Cuando el cuerpo se encuentra en el momento de sueño profundo y sueño ligero, el organismo se dispone a trabajar para prepararse para el momento de despertar.
Por ejemplo, mientras una persona duerme, sus músculos llevan a cabo el proceso de regeneración; se activan distintos procesos hormonales, disminuye la temperatura corporal, el corazón se relaja, entre otros acontecimientos importantes.
Al dormir y experimentar el sueño profundo y el sueño ligero, se regulan los niveles de neurotransmisores, las moléculas encargadas de mantener en equilibrio el estado de ánimo. Según la comunidad científica, la falta de sueño es tan grave que está relacionad con el desarrollo de trastornos depresivos severos.
Etapas del sueño
La calidad del sueño es tan importante en la vida de una persona que, aun si lleva una dieta sana, si incluye actividad física en su rutina y si lleva un estilo de vida sano, si no tienes calidad en el sueño, esto no servirá de nada.
A continuación, te contamos cómo se lleva a cabo la etapa del sueño y cuáles son sus fases:
Primera etapa: el adormecimiento
Esta es una fase en la que el cuerpo hace la transición de un estado de vigilancia a un estado de adormecimiento. Este proceso se lleva a cabo durante los primeros diez minutos de sueño.
Segunda etapa: el sueño ligero
Esta fase es una de las más conocidas e importantes. Ocupa en promedio el 50 % de los ciclos de sueño, es decir, la mitad de lo que una persona duerme. En este lapso lo que le ocurre al cuerpo es que se desconecta y el ritmo cardiaco disminuye, al igual que la frecuencia de respiración.
Según los científicos, en esta etapa de sueño ligero, el cerebro aún se encuentra muy activo. Por ello, es más fácil que la persona se despierte si hay algún ruido en el ambiente. O también algo muy común, ¿te ha pasado que justo antes de dormirte sientes que estás a punto de caerte? Pues bien, esa es justamente la etapa de sueño ligero.
Tercera etapa: la transición
Esta fase se refiere al momento justo en el que surge el cambio entre el sueño ligero y el sueño profundo, o sueño Delta. Esta transición ocurre aproximadamente en un lapso de dos a tres minutos. Cuando esto ocurre, el cuerpo se relaja plenamente y, entre la tercera y la cuarta fase, comienza a liberar la hormona del crecimiento.
Cuarta etapa: el sueño profundo o Delta
Esta es otra de las fases más conocidas. La etapa del sueño profundo representa en promedio un 20 % del tiempo de sueño total. Es decir, si una persona duerme las 8 horas debidas, el sueño profundo sería aproximadamente de 1,6 horas. Esta fase también es una de las más importantes básicamente porque determina la calidad del sueño.
En este periodo, la respiración es muy lenta y la presión arterial disminuye entre un 10 % y un 30 %.
Etapa REM: el sueño paradójico
Cuando se habla de REM se refiere a Rapid Eye Movement, o sueño paradójico, que es lo que sigue después del sueño profundo y suele durar entre 15 y 30 minutos del tiempo de sueño. Una de las características principales de esta fase es el movimiento rápido que experimentan los ojos. Además, la actividad cerebral aumenta significativamente, aunque los músculos siguen bloqueados.
Es en esta fase en la que una persona sueña. Mientras tanto, el cerebro se “limpia” y es justo ahí cuando se consolidan los recuerdos y el conocimiento.
El equilibrio del sueño
Es muy frecuente que las personas sufran un desequilibrio entre la fase de sueño profundo y de sueño ligero, lo que se manifiesta en una sensación de no haber tenido un sueño suficientemente reparador.
Según los expertos, no es posible modificar los ciclos de sueño de una persona. Factores como la edad, la salud mental, la práctica de actividad física, la alimentación o algún tipo de padecimiento de salud, influyen directamente en la calidad del sueño.
Consejos para mejorar la calidad del sueño
Es importante que tengas en cuenta que, aunque hay muchos factores que no se pueden modificar, existen otras situaciones que sí están en tus manos. Por ejemplo:
- Trata de cuidar y respetar tu horario de sueño.
- Controla tu actividad con las pantallas antes de dormir.
- Mejora tus hábitos alimenticios.
- Practica algún tipo de actividad física con regularidad.
Con estos sencillos puntos, podrás notar cómo mejora la calidad de tu sueño y sientes que tus días son más productivos y llenos de energía. ¡Inténtalo!
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