A estas alturas nadie duda del devastador efecto que ha tenido la irrupción de la COVID-19. Ha sido un auténtico tsunami que se ha llevado por delante muchas vidas y la mayor parte de la actividad económica tal y como la conocíamos hasta ahora.
Las pérdidas humanas son irrecuperables, el inmenso daño ya está hecho. A los que han superado la enfermedad les queda un largo camino de recuperación y posibles secuelas físicas y sicológicas de por vida.
También a los que perdieron a un ser querido les queda por superar el daño emocional que ha supuesto además de la pérdida, la imposibilidad de acompañamiento en los últimos momentos, y el compartir el duelo con familiares y amigos. La huella será profunda tanto a nivel individual como a nivel colectivo. La sociedad será distinta y el paso de esta enfermedad por nuestras vidas será un punto de referencia.
Desde el punto de vista empresarial y económico los efectos no han sido menores. A la destrucción de tejido productivo, con la desaparición de empresas que no van a poder superar esta crisis, se une el hecho de un nuevo panorama con muchas incógnitas. Quedan en el aire cómo van a ser las nuevas relaciones entre todos los actores involucrados en el escenario económico.
Los consumidores han adoptado nuevos comportamientos, la digitalización que antes era una opción, ahora se ha impuesto casi de manera obligatoria.
Se plantean grandes retos para sectores como la hostelería y el ocio. El sinfín de actividades que hasta ahora ocupaban parte de nuestro esparcimiento, como restaurantes, bares, cines, teatros, se enfrentan a un nuevo modo de relación que deja la incógnita de la posible supervivencia o no de la propia actividad. ¿serán rentables los restaurantes, cines o teatros con los nuevos aforos que se plantean? ¿se acabará para siempre la música en directo? ¿de qué manera podremos seguir viajando y conociendo otras ciudades y culturas? Son muchas las preguntas que se agolpan y que replantean lo que era nuestro modo de vida hasta hace poco.
Pero este efecto no solo se da de puertas para afuera, en la relación de la organización con sus clientes/usuarios. Las organizaciones se enfrentan a cómo van a ser las relaciones con sus empleados y colaboradores. La vuelta al día a día se antoja complicada ya que es responsabilidad de la organización velar porque la reanudación de la actividad se haga con plenas garantías y además tenga carácter permanente.
Se impone el establecimiento de un nuevo modelo de relación que garantice y conjugue dos objetivos fundamentales: preservar la salud de los empleados por un lado y por otro permitir a la organización alcanzar los mismos niveles de productividad y eficiencia previos a la pandemia. Por poner un ejemplo, no solo se trata de regular los aspectos técnicos del teletrabajo, se trata de ofrecer todo un marco general de actuaciones y comportamiento que garantice un entorno seguro.
Esto hace que sea necesaria una formación integral en todos los aspectos que atañen a la COVID-19, es mucha la información que circula y a la infoxicación ya habitual en cualquier tema, hemos añadido la infodemia sobre todo lo relacionado con esta enfermedad: sus orígenes, síntomas, efectos, terapias, tratamientos, posibles vacunas, secuelas, etc.
Por ello debe ser una formación rigurosa que ayude a las organizaciones a entender y conocer a qué nos enfrentamos exactamente, como interpretar las comunicaciones de las autoridades, qué efectos tiene en la estructura y funcionamiento de nuestra organización y por último que nos ayude a diseñar todo un plan de actuaciones que atenúen los efectos adversos y preparen a la organización para afrontar mejor la situación y establecer sólidas bases de cara al futuro.
Por ello IMQ Ibérica Business School junto con la Cátedra de Prevención de Riesgos Laborales y Salud Pública de la Universidad de Córdoba, ofrecen este programa formativo de COVID MANAGER que capacitará a sus alumnos para desarrollar competencias para diseñar, implantar y gestionar el Plan de Contingencia del COVID-19, a través de:
- Entender lo que es el COVID-19 y en particular sus formas de contagio y protección.
- Entender los conceptos básicos de epidemiología que nos permitan interpretar la información de la administración.
- Desarrollar la evaluación de riesgo de contagio.
- Comprender las posibles medidas de protección en base a los riesgos de contagio.
- Aprender a diseñar e implantar protocolos y planes de contingencia.
- Establecer los criterios de monitorización y control.
- Aprender y prepararse para otras posibles situaciones similares.
La metodología se basará en el análisis de la norma ISO 22301:2012 “Sistema de Gestión de la Continuidad del Negocio. Especificaciones” y las directrices de ISO22313 “Seguridad y Resiliencia” – Sistemas de gestión de la continuidad de negocio, que servirán ambas como guía para el diseño de nuestro Plan de Contingencia.
La formación, que es online en su totalidad, tiene un enfoque teórico-práctico y en cada apartado además del estudio de contenidos se realizará un ejercicio práctico. Estos ejercicios constituirán las partes de un ejercicio final que consistirá en el diseño e implantación de un plan de contingencia, que puede ser de su propia empresa.
Esta formación está destinada a personal relacionado con la Gestión de Riesgos Laborales, Recursos Humanos, Sistemas de Gestión, Mantenimiento, Auditores y médicos del Trabajo.
Es una formación bonificable 100% y a la finalización de la misma se obtendrá un diploma de IMQ Ibérica Business School con la colaboración de la Cátedra de Prevención de Riesgos Laborables y Salud Pública de la Universidad de Córdoba.
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