Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, en el año 2022 se han quemado más de 286.000 hectáreas a raíz de 388 incendios forestales. Estos datos contrastan mucho con las hectáreas quemadas de los tres años anteriores. En 2021, aunque se produjeron 311 incendios, estos solo arrasaron con casi 85.000 hectáreas.
Los incendios forestales son una gran lacra no solo en España, sino a nivel mundial. Estos ocasionan una pérdida irreversible de la flora y fauna de un espacio verde, junto a la disrupción de los ecosistemas colindantes. A su vez, calcinan los cultivos, consumen el ganado en llamas y destrozan asentamientos del medio rural. Esto, sumado a la pérdida de vidas humanas, daña gravemente la economía rural, acelerando el declive poblacional del medio rural.
Probablemente, hayas oído hablar sobre las mafias que provocan incendios forestales y de empresas estrafalarias que queman bosques en la sombra para edificar sobre terreno quemado. Pero, ¿es esto cierto? En este artículo te respondemos.
Clasificación de incendios forestales
Podemos definir como incendio forestal a aquel fuego que se extiende de forma descontrolada a través de la vegetación rural y urbana, normalmente de forma rápida y potencialmente peligrosa para animales, casas y seres humanos.
Los incendios forestales pueden dividirse por su modo de propagación y por su tamaño. Así pues, podemos definir los siguientes tipos de incendios forestales:
Incendios forestales por su modo de propagación
- Fuego de subsuelo: este fuego se origina bajo la tierra y se propaga muy lentamente a través de materia orgánica seca, turba y raíces. Aunque arda con lentitud, el fuego de subsuelo es muy difícil de apagar, ya que es complicado detectarlo, así como identificar dónde empieza y dónde acaba. En cierta forma, es un fuego silencioso.
- Fuego de suelo o superficie: el incendio se da a ras del suelo y se alimenta de hojarasca, hierbas, arbustos, madera caída y cualquier otra materia combustible que yazga en la superficie forestal.
- Fuego de copas pasivo: el fuego trepa puntualmente por las copas de los árboles. Al estar estrechamente ligado al fuego de superficie, las copas de los árboles se apagan si se extingue el fuego de superficie.
- Fuego de copas activo: el fuego se propaga activamente por las copas de los árboles, independientemente del estado del fuego de superficie.
Incendios forestales por su tamaño
- Conatos: fuegos fáciles de apagar para las brigadas de incendios forestales, ya que no llegan a superar una hectárea. Más de la mitad de los incendios forestales en España son conatos.
- Incendios estándar: es un incendio considerado de impacto medio. Se quemarían entre una hectárea y 500 hectáreas de bosque.
- Gran incendio forestal (GIF): estos incendios forestales se extienden a una velocidad vertiginosa, bien sea por la densidad de vegetación o por la propagación en vientos fuertes. Queman más de 500 hectáreas forestales y son difíciles de extinguir.
- Incendios de sexta o última generación: son incendios forestales excepcionales cuyas llamas alcanzan los tres metros de altura. Con frecuencia, suelen asemejarse a una tormenta ígnea, ya que se forman columnas de fuego que impactan y se ramifican incendiando focos secundarios. Son imposibles de apagar sin unas condiciones climatológicas favorables y un esfuerzo titánico por parte de las brigadas contra incendios forestales.
¿Por qué se producen los incendios forestales?
A pesar de los rumores, te podemos confirmar que, hasta la fecha, no existen mafias identificadas que se dediquen a quemar superficie terrestre de ningún tipo. A su vez, ninguna empresa privada provoca un fuego intencionado con el fin de edificar. La última modificación respecto a la urbanización de zonas incendiadas se introdujo en 2015. En ella, se daba permiso para edificar solo a aquellas instituciones de carácter público.
Una vez desmentidos estos mitos tan populares, podemos mencionar las causas principales de los incendios forestales:
- Causas naturales, como los rayos.
- El cambio climático, que reseca la vegetación y aumenta las temperaturas, facilitando la ignición de la naturaleza.
- Fallos humanos a raíz de hogueras, cigarrillos o maquinaria.
- Fuegos intencionados que se descontrolan, normalmente para quemar rastrojos, matorrales y fomentar la fertilidad de la tierra cultivable.
- La despoblación rural, que ocasiona un abandono de los bosques y un crecimiento desmesurado de maleza que va a arder tarde o temprano.
¿Cómo se pueden prevenir los incendios forestales?
No todos los incendios forestales se pueden prevenir. Ahora bien, hay muchos incendios forestales accidentales que se causan por negligencia, desatención o ignorancia. Es por ello que debemos respetar ciertas normas básicas de civismo respecto a la naturaleza para maximizar la prevención contra incendios forestales.
Algunas medidas útiles para prevenir incendios forestales son:
- No arrojar residuos en el bosque, especialmente si se trata de colillas, papel o vidrio. Estos elementos se prestan a combustionar fácilmente.
- Intentar no encender fuego. En vez de hacer hogueras o servirse de lámparas de aceite en una noche de camping, conviene estudiar otras alternativas tecnológicas más seguras, especialmente en época de mayor riesgo de incendios.
- Aparcar los vehículos en zonas habilitadas libres de vegetación u otra materia orgánica susceptible a la combustión.
- Llamar al 112 de inmediato si se avista un incendio forestal.
- Mantener los jardines bien recortados, libres de hierbajos, vegetación secas y matorrales fácilmente combustibles.
- Solicitar autorización judicial antes de realizar quemas agrícolas y extremar las precauciones.
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