¿Conoces qué es el Internet de las Cosas? Aunque no hayas oído hablar de este vocablo, es muy posible que utilices algún dispositivo con esta tecnología. A continuación te explicamos qué es y cómo usuarios y empresas se favorecen con su uso.
¿Qué es el Internet de las Cosas?
El Internet de las Cosas o IoT, del inglés Internet Of Things, es la interconexión de dispositivos mediante una red, lo cual facilita una interacción entre ellos sin que exista intervención humana. De este modo, pueden efectuar funciones, como ser supervisados de forma remota, recibir avisos o actualizaciones.
La finalidad puede ser de todo tipo, desde sensores, pulsadores, cámaras de seguridad, electrodomésticos, vehículos autónomos, entre otros. También puede usarse en artículos diarios como ropa o calzado. La condición es que esté equipado con el hardware requerido con el que pueda conectarse a Internet.
Cada vez más ámbitos están usando el Internet de las Cosas. Uno de los más notorios es la domótica, concepto expresado para definir a las tecnologías que permiten controlar y automatizar de manera inteligente una vivienda. De esta manera, varios objetos del hogar se conectan a Internet y el manejo de estos se concentra. Actualmente, los asistentes inteligentes se encuentran en esplendor y son un claro ejemplo de lo que el IoT es capaz de realizar. Pueden responsabilizarse de manipular objetos del hogar, desde labores básicas como hacer una llamada, controlar las luces, cerraduras, etc.
Con la llegada de la tecnología 5G en el año 2020, el Internet de las Cosas se verá favorecido. Se optimizará la conexión, velocidad de transmisión de datos y la fiabilidad. También, la comunicación entre dispositivos será más eficaz y la batería de los mismos tendrá una mayor duración. Como consecuencia, la red será apta para soportar más elementos, y se calcula que para el año 2020, serán 20.400 millones en todo el mundo.
Otras aplicaciones del IoT
El IoT no ayuda únicamente a los usuarios, sino también a las empresas, porque les ayuda a mejorar su productividad y rentabilidad. Entre los diferentes aportes se encuentra la monitorización en tiempo real de dispositivos y maquinaria, previsión, valoración del rendimiento y, por ende, disminución de los errores y costes. Además, facilita la geolocalización de productos y mercaderías, y en caso de envíos es posible seguirlos. Al contar con dispositivos interconectados, se elude la movilidad de los trabajadores y se refleja en el rendimiento de los mismos.
En las ciudades, el Internet de las Cosas también se puede llevar a cabo, siendo uno de los principales instrumentos de las Smart Cities o ciudades inteligentes. A través de sensores se puede estructurar el tránsito, el transporte, la iluminación, los sistemas de riego o residuos, y así tener una supervisión, un mantenimiento y un ahorro de energía. Igualmente, los sistemas de videovigilancia mejoran la seguridad al llevar un control y, así, tener la capacidad de respuesta rápida ante problemas.
Uno de los ejemplos más relevantes es el uso del IoT en la ganadería. Los animales cuentan con sensores que están vinculados a Internet, lo cual facilita su geolocalización, el registro de su peso, la temperatura, entre otros. Así, se puede saber si tienen algún problema de salud e incluso saber si es fértil por el cambio en sus costumbres. De esta manera, los ganaderos pueden actuar rápidamente.
Peligros del IoT
Al estar los dispositivos conectados a Internet, están aventurados a riesgos y este es el miedo de muchos usuarios y empresas. La razón por la cual son más débiles es que algunos no cumplen con los patrones de seguridad que sí lo hacen otros aparatos de red. Algunas limitaciones que presentan son que no obligan a los usuarios a cambiar las contraseñas que vienen por defecto, poseen páginas web de configuración débil, escasean de cifrado en las comunicaciones y de actualización de fallos de seguridad.
En muchos aparatos no es posible insertar un software de seguridad, a diferencia de los ordenadores. De esta manera, la información enviada mediante la red podría ser capturada y manejada, otros elementos conectados podrían ser reconfigurados para su funcionamiento incorrecto o para atacar más equipos de la misma red. Por ello es que el router, que es la puerta de acceso, es la que debe asegurar protección y seguridad a los demás sistemas de la red.
Un caso de ciberataque por medio de dispositivos de IoT sucedió en el año 2016 por el malware Mirai, que usaba las contraseñas por defecto en equipos con seguridad deficiente, consiguiendo así tener acceso a la red para, después, dejar el sistema en un estado no operativo.
IoT en España
El Internet de las Cosas está expectante en todo el mundo y en España se está haciendo cada vez más popular, siendo actualmente el quinto país en Europa en invertir en ella, tras Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. La llegada del 5G el próximo año garantizará que más dispositivos puedan conectarse de manera eficaz.
Pese a ello, España es uno de los países con más ataques a dispositivos IoT. Y es que muchos de ellos son fácilmente expuestos o no tienen estructurada una medida de seguridad y son la puerta de acceso a otros equipos, son el blanco de los ciberdelincuentes. Los más habituales son los routers de pequeñas empresas y las cámaras de videovigilancia.
Indudablemente, el Internet de las Cosas seguirá dando sorpresas en el futuro con nuevas aplicaciones y remedios a la vida diaria. Es por ello, que se necesitan profesionales competentes para comprenderla, estructurarla y garantizar la seguridad de la red, como los de Sistemas Microinformáticos y Redes. Es recomendable informarse del Grado Medio en modalidad online que ofrece este centro y que ayuda a lograr competencias en este y otros muchos desafíos profesionales.
¿Te convence todo aquello que se ofrece desde IFP – Grupo Planeta? Ante cualquier duda, escribe a Emagister.
Si te has formado en IFP – Grupo Planeta, ¡escríbenos tus experiencias rellenando este formulario y ayuda a otros estudiantes como tú a escoger una buena alternativa!
