Las tendencias forman parte de nuestra vida. Hay algunas que van y vienen, y otras que perduran en el tiempo. Si echamos un vistazo a la industria de la moda infantil a través de los tiempos, veremos que esta ha evolucionado mucho. Sobre todo en las últimas décadas. En la actualidad, los pequeños de la casa visten según su personalidad, o gozan, incluso, de criterios y libertad suficiente como para escoger las prendas que quieren vestir. Esto era inaudito si miramos al pasado, donde en ocasiones era incluso difícil distinguir el sexo de los pequeños. Solo alcanzando una corta edad se diferenciaban los niños de las niñas.
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La moda infantil a partir del siglo XVII
No es hasta el siglo XVII cuando empieza a verse más clara la presencia de los niños en la moda. Esto es así porque en este siglo se centraron más en aumentar la libertad de movimiento de los pequeños. Esto hará que surja un estilo de moda infantil diferente.
Aunque hablemos de movimiento, no podemos hablar aún de comodidad, ya que todavía demasiados pequeños pasaban a ser una ligera representación de sus padres. Es decir, vestían igual que sus mayores, con el mismo corte, pero en tamaño reducido.
El blanco era un color muy representativo de los menores, seguramente por ese simbolismo de pureza atribuido por la religión.
Con la entrada del siglo XIX, llegó el boom del estilo marinero tanto en niñas como en niños. A mediados de siglo, la niñas comenzaron a vestir faldas a la altura de la rodilla, cubiertas por medias negras. Por su parte, los niños usaban pantalón largo, aunque con el tiempo se introduciría el corto.
El azul marino fue el color elegido para estas vestimentas, sin que hubiese aún una distinción de tonalidades para diferenciar a ambos sexos.
El siglo XX y el cambio de la moda infantil
Hasta el fin de la primera década del siglo XX triunfó el estilo marinero. Se había convertido en la vestimenta más solicitada por los colegios, debido a su elegancia. Los sombreros en las niñas también comenzaron a sustituirse por cintas para el pelo. Las medias también se quedaron atrás para dejar paso a los calcetines altos por las rodillas.
En la década de los treinta se empezó a apreciar una evolución en la moda: se ampliaron las alternativas. El traje de marinero comenzó a desplazarse y pasó a ser exclusivo en el ámbito religioso. Es aquí donde se inició una moda que está vigente en la actualidad. Por ejemplo, la vestimenta de los niños en su primera comunión es la de marinero.
Apareció el bordado, un recurso presente en la moda infantil, pero también en la adulta, a partir de los años sesenta.
En la siguiente década, con la mejora económica, la moda volvió a ganar terreno. Y es aquí cuando los niños comenzaron a ver la oportunidad de opinar acerca de las prendas que querían o no vestir, pudiendo, además, escoger entre varias alternativas.
De la moda de los 80 a la actualidad
Los años 80 supusieron una época de nueva libertad. Se quiso romper con todo lo anterior y esto se manifestaba a través del cuerpo y de la vestimenta.
Empezaron a proliferar una gran cantidad de prendas con las que vestir a los pequeños. Sin dejar de lado los modelos conservadores, aparecieron también opciones más desenfadas. La ropa vaquera comenzó a estar muy demandada, incluso para los bebés, una vez entrados los 90.
En la actualidad, la moda infantil pisa muy fuerte. Las pasarelas de prestigio ya le dedican un enorme espacio y cada vez son más las firmas que la producen. Las prendas de diseño para los más pequeños ya son un hecho y consumen casi o incluso más que los propios adultos.
