No cabe duda de que la experiencia es una cualidad que se valora en los empleados, pero no solo de la experiencia se vive. Nuestro entorno ha cambiado, vivimos en una sociedad global en la que el número de clientes digitales aumenta cada día. Sus exigencias y su forma de consumo son diferentes a las de hace un lustro. Las empresas deben saber que o se adaptan o pueden desaparecer del ecosistema empresarial.
Un ejemplo lo vemos con el famoso Big Data, o el “gran volumen de datos”. Su nombre es sinónimo a grandes cifras de mercado, hasta el punto de que se espera que en menos de 3 años las cifras ronden los cincuenta mil millones de dólares. La inversión que las empresas están realizando en infraestructura, softwares y servicios crece de forma progresiva y la tendencia es que así siga siendo.
Aunque parezca increíble, son muchos los directivos de grandes empresas los que no solo no conocen las principales herramientas de Big Data que pueden ayudar a sus empresas, sino que ni siquiera han oído el término.
Actualizarse, reciclarse, renovarse, ponerse al día… llámalo como quieras, pero, si las empresas se están trasformando ¿por qué no también sus trabajadores? Tanto desde la base como hasta la cúpula directiva -o a la inversa- tienen que prepararse para las nuevas demandas, adaptar sus cargos laborales a los nuevos puestos… y esto no se puede llevar a cabo sin una preparación concreta en materias determinadas. Poner solución a que millones de puestos de trabajo no desaparezca, sino que se transformen, depende en gran medida de sus trabajadores.
En Spain Business School existe una gran oferta de cursos y postgrados para adquirir las competencias digitales que ya está demandando el mercado. Además, cuenta con Bolsa de trabajo y prácticas en las principales empresas… por lo que también se puede adquirir un tiempo de experiencia.
