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¿Es la programación el nuevo latín?

“Educarse en programación es tan esencial como educarse en lengua y matemáticas”, comentaba Eric Cantor, ex líder de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América. No obstante, nos surge la duda… ¿es realmente así?

Durante años, muchas generaciones se educaron estudiando latín. Algunos creían, y aún creen, que el latín “enseña a pensar”. Afirmación que no tiene ninguna base empírica y que es totalmente falsa.

Por contra, actualmente está de moda la idea de que los niños han de aprender a programar desde pequeños. ¿Tiene alguna base esta afirmación?

Recordemos que, en sus orígenes, todos los sistemas educativos de los estados modernos, se consolidaron por la necesidad, que la revolución industrial creó, de personas capaces de leer, escribir y realizar operaciones aritméticas (las cuatro reglas). Estas habilidades permitieron a un gran número de personas acceder a puestos de trabajo de administración (facturación, contabilidad, control de inventarios, etc.) en las nuevas industrias que se iban creando. Operaciones que, a partir de la década de 1950 y hasta nuestros días, se han ido sustituyendo por los ordenadores.

Así pues, la programación de ordenadores parece sería una continuación lógica a las habilidades básicas de toda persona que quiera encontrar un puesto de trabajo para ganarse la vida. Desde hoy y hasta un futuro todavía lejano, una gran parte de la actividad diaria de los seres humanos será la interacción con máquinas que podemos programar para que hagan cosas que nos faciliten la vida.

¿Que ventajas e inconvenientes tendría introducir la programación en los planes de estudio desde edades tempranas?

En primer lugar, si los alumnos aprenden a leer y escribir en lenguaje natural a temprana edad, nada indica que no puedan aprender a leer y escribir en un lenguaje formal de programación. Existen herramientas de introducción a la programación para niños a partir de 5 años, con notable éxito. En cuanto iniciemos su utilización de forma sistemática, la experiencia que acumulemos nos permitirá ir mejorando esta actividad.ubiqum

En segundo lugar, programar es solo una herramienta para hacer cosas. Lo importante es que los niños pueden empezar a construir cosas una vez saben utilizar el lenguaje de programación y esto sí que es un gran avance. En vez de estar en clase pasivos y escuchando pueden desarrollar su capacidad de crear, de organizar el trabajo, planificar, trabajar en equipo y alcanzar la meta propuesta. A través de la programación/desarrollo de aplicaciones los niños se introducirían, a una edad temprana, en la experiencia de la ingeniería en su forma más auténtica, imaginar y crear productos que ayudan a las personas.

En tercer lugar, la programación es una actividad muy agradecida, aunque puede resultar frustrante a ratos, la tolerancia a la frustración y la perseverancia son un beneficio adicional de esta actividad, cuando se consigue lo que se pretende, incrementa la sensación de logro y la autoestima.

En cuarto lugar, el desarrollo de aplicaciones supone ejercitar procesos y habilidades cognitivas muy importantes en la vida, tales como: Identificar y definir un problema y plantear su solución (desarrollar un producto), descomponerlo en partes, resolverlas una a una y ensamblar la solución final. Si el problema/producto es suficientemente grande se necesitará planificar, trabajar en equipo, repartir responsabilidades, dirigir la acción conjunta, comunicar, negociar y resolver conflictos, evaluar el grado de avance y administrar recompensas, como sucede en la vida real, en la que los alumnos, algún día, se incorporarán como profesionales cualificados. Todo ello en un marco de concreción y de acción, huyendo de los planteamientos pasivos y totalmente teóricos y abstractos a que nos tienen acostumbrados los profesores de hoy en día.

Finalmente, cabe decir que, aunque todos los alumnos deberían aprender las bases de la programación, no todos han de ser ingenieros. Dejemos que aprendan las bases mínimas suficientes y después que cada uno de ellos decida a que grado de profundidad quieren llegar, igual que hacemos hoy en día con la lectura y la escritura.

¿Vale la pena iniciar a los estudiantes en la programación a una edad temprana? La respuesta es un rotundo sí, y además vale la pena seguir profundizando en ello, a lo largo de toda la fase educativa, para aquellos alumnos que así lo deseen.

 

 

Fuente: Blog Ubiqum

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