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Liderazgo: ¿cuál es el mejor para tu empresa?

No hay una fórmula cerrada a la hora de dirigir un equipo, de hecho, existen diferentes tipos de liderazgo. Puede que uno funcione mejor con una plantilla concreta o que sea más útil en un determinado momento. Por este motivo, supone un gran riesgo afirmar que hay liderazgos «malos» y «buenos».

¿En qué consiste liderar una empresa? 

Liderar consiste en saber coordinar y orientar un equipo. En este sentido, el liderazgo será fundamental para el cumplimiento de los objetivos marcados y organizar los diferentes recursos de la compañía. Un líder, por lo tanto, hace mucho más que dar órdenes.

Un buen jefe debe conocer a sus empleados y saber qué es lo que puede esperar de cada uno de ellos. De este modo, sabrá dirigir al conjunto del equipo y delegar en ellos las tareas que mejor les encajen.

Los principales tipos de liderazgo

Tal y como ya hemos dicho, existen diferentes tipos de liderazgo. Cada uno de ellos está enfocado a una situación y a un tipo de equipo concretos. A continuación te los presentamos para que puedas conocer qué forma de guiar a un equipo encaja mejor contigo o con tu empresa:

Autocrático

Se trata de la forma más rígida de dirigir a un equipo, ya que todo el poder recae sobre el líder o jefe.  Toma decisiones y controla todos los aspectos del trabajo de manera unidireccional, los subordinados no tienen voz ni voto. Es decir, los empleados se limitan a obedecer las órdenes y no pueden participar en la toma de decisiones.

Estos líderes funcionan muy bien en ambientes en los que hay que tomar decisiones con rapidez. Además, son útiles para organizar a empleados que necesitan una revisión constante. Sin embargo, como no tienen en cuenta las opiniones de los demás, estos pueden sentirse infravalorados.

Democrático

Es lo contrario de un jefe autocrático. Por lo tanto, los equipos están formados por trabajadores que  pueden opinar y participar en la toma de decisiones. Todos los miembros trabajan de forma conjunta para buscar juntos la mejor solución. Por lo tanto, sus ideas son tomadas en cuenta y se valoran.

Al necesitar el consenso de todo el equipo, el líder tarda más tiempo en tomar decisiones. Los empleados se sienten parte de la compañía y aumentan su compromiso con ella, lo que mejora la retención de talento.

«Laissez faire»

Se trata de una forma de liderazgo más laxa, la que menos implicaciones de liderar tiene. El equipo dirigido bajo este sistema ya sabe lo que tiene que hacer. Y esto es así porque el jefe conoce bien a sus trabajadores y confía en ellos. Así que solo intervendrá en casos de necesidad.

Resulta muy efectivo en los empleados que buscan autonomía y que ya saben hacer sus tareas. Sin embargo, no servirá en el caso de los trabajadores que necesiten más supervisión o que acaban de empezar en el puesto.

Transaccional

Los equipos bajo esta forma de liderazgo trabajan sobre incentivos y castigos. El líder motiva a los empleados a cambio de un aliciente. Pero, a su vez, puede también castigarlos si considera que el trabajo no está correcto.

Estos jefes son útiles en momentos de estabilidad y para la consecución de objetivos. No obstante, este tipo de liderazgo solo funcionará con empleados motivados por el dinero y las recompensas.

Transformacional

Se considera uno de los tipos de liderazgo más completos, ya que estos directivos se basan en el poder de la motivación y de la inspiración. El clima de trabajo es la base, puesto que se genera un vínculo de afectividad y la comunicación entre todos los miembros del grupo es constante.

No obstante, estos jefes no son útiles en momentos de crisis o en situaciones que exigen una rápida actuación.

Burocrático

Estos jefes anteponen las normas de la empresa por encima de todo. Son útiles en momentos en los que prima la seguridad o hay mucho en juego. Sin embargo, se olvidan del aspecto humano que supone dirigir un equipo.

Natural

Son líderes naturales, es decir, no tienen por qué estar en lo alto de la jerarquía. Su personalidad y su buen hacer los convierten en líderes naturales. Sus compañeros los tienen siempre en cuenta y acuden a ellos en busca de recomendación.

Orientado a las personas

Este líder se caracteriza por tener un estilo participativo y por conocer a sus empleados. Así, sabe identificar las personalidades de su equipo y sacarles el máximo partido.

La evolución del liderazgo

Cada vez suenan con más fuerza los líderes transformacionales, democráticos y orientados a las personas. La colaboración y el bienestar de los empleados está siendo primordial en muchas compañías.

A pesar de todo lo que te acabamos de mostrar, recuerda que lo importante es conocer tu empresa, tus objetivos y a tus empleados. De esta forma podrás seleccionar la forma más adecuada de guiar a tu equipo.

Fuente: Esneca Business School 

 

 

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