El impacto que puede tener un buen líder en sus empleados es incalculable. El estado de ánimo del líder puede provocar una reacción en cadena que afecte no solo a la moral, sino también a la productividad y al balance final del empleado, y como consecuencia, de la empresa. Así que, como líder, desarrollar un mayor nivel de liderazgo emocional es una habilidad empresarial muy importante.
¿Qué conocemos como liderazgo emocional?
A lo largo de los días y semanas nos enfrentamos con desafíos o imprevistos que pueden desconcentrarnos, estresarnos, impacientarnos o entristecernos. En este sentido, el liderazgo emocional se basa en conocer y saber gestionar nuestras emociones y las de nuestro equipo. Es un enfoque centrado en las personas y en cómo nos relacionamos con el objetivo de promover los mejores resultados.
Estilos de liderazgo emocional
Existen seis «estilos de liderazgo emocional» que son útiles en diferentes circunstancias.
- Orientativo
El liderazgo visionario es más eficaz cuando se trata de una empresa que necesita una nueva visión o una nueva dirección radical, o en otras ocasiones para ayudar al equipo a gestionar el cambio.
- Formativo
Este estilo es empático y se puede utilizar cuando quieras centrarte en el desarrollo de las personas para su futuro.
- Afiliativo
El estilo de liderazgo afiliativo promueve la armonía dentro del equipo y hace hincapié en las conexiones emocionales. Conecta a las personas fomentando la inclusión y resolviendo los conflictos.
- Democrático
Los líderes que utilizan este estilo de liderazgo buscan activamente la opinión de sus equipos, y se basan más en escuchar que en dirigir.
- Coercitivo
El estilo de liderazgo se centra en el rendimiento y la consecución de objetivos. Los líderes que marcan el ritmo esperan la excelencia de sus equipos y a menudo se implican para asegurarse de que se alcanzan los objetivos.
- Ejemplar
Los líderes al mando utilizan un enfoque autocrático. Suelen depender de las órdenes, la amenaza de medidas disciplinarias y un control estricto.
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Cualidades de un líder emocional
La inteligencia emocional va más allá de ser empático o saber escuchar. De hecho, los líderes emocionalmente inteligentes deberían cumplir con los siguientes cinco criterios:
- Buscar el bienestar de los compañeros
Es importante que las personas de un equipo se sientan bien en su entorno de trabajo. Emociones como la ira o la tristeza absorben toda la atención de los individuos y les impiden atender de forma óptima las situaciones laborales.
- Abiertos a la comunicación
En el liderazgo emocional, la forma en la que nos dirijamos a nuestro equipo, ya sea por mensaje, videollamada o en persona, tendrá un gran impacto en el clima emocional que generemos.
- Saben motivar a su equipo.
Una felicitación por un esfuerzo o un trabajo bien hecho pueden ser un gran impulso para la productividad y el compromiso.
- Saben explotar el talento de cada miembro de su equipo
Se preocupan por distinguir las singularidades de cada persona, qué tipo de enfoque necesita, cómo afronta los conflictos, cómo lidia con los imprevistos.
- Conocer y saber gestionar las emociones
Enfrentarse a situaciones desagradables o tensas y tener que señalar que algo no va bien forma parte del trabajo de un líder. Si abordamos estas situaciones desde el punto de vista del liderazgo emocional, sabremos manejarlas de forma relajada.
