El coaching deportivo es una disciplina en auge, que con el crecimiento de la cultura del deporte, de la vida sana y de cuidarse está encontrando espacio para llegar a mucha gente, y es una disciplina que puede aportar enormes beneficios en muchos ámbitos, ya que la atención cercana de un profesional preparado puede marcar grandes diferencias.
Ese auge también ha generado una necesidad de profesionales preparados, lo que otorga un gran valor a formaciones como el Máster en Personal Trainer. Pero, primero conviene entender qué es el coaching deportivo; ya que es una disciplina que incluye todo lo que ayuda a un deportista a alcanzar metas, para lo que es necesario mantener niveles de motivación altos y un compromiso inquebrantable. El propio deportista también experimenta un aprendizaje sobre sus propias capacidades, limitaciones y lo que le va mejor a la hora de evolucionar.
Ese conocimiento de uno mismo es una de las grandes ventajas que ofrece el coaching deportivo, pero hay otras, como la potenciación de la inteligencia emocional, con la que se analiza el propio cuerpo, los límites, lo que bloquea explotar el potencial, y cómo desbloquear esos tapones, así como también la aplicación de métodos o rutinas que funcionen para evolucionar, ya que cada persona es un mundo.
El coaching deportivo permite también planificar de manera más realista y detallada la evolución y las metas, algo importante para encontrar equilibrio entre motivación y evitar la frustración, a la vez que el deportista supera sus miedos y derriba sus barreras internas para lograr realizar todo su potencial. El coach ejerce de guía y apoyo, pero es el deportista el que debe acabar por crear los recursos que le ayudan a explotar sus capacidades.
Como se ha mencionado más arriba, la inteligencia emocional es clave, ya que las emociones son potenciadoras o limitadoras muy poderosas de nuestras acciones, por lo que el coaching deportivo ayuda a lograr una óptima regulación de esas emociones y a mejorar los resultados obtenidos. El coaching también ayuda al deportista a lograr fortaleza mental y a creer en sus posibilidades, estableciendo retos y metas realistas pero que estimulen la ambición, la motivación y que ayuden a evitar la posible frustración.
El coaching también tiene efectos sobre el autoestima, ya que unos objetivos y un trabajo planificados ayudan la percepción de uno mismo, evitar situaciones irracionales y frustraciones, y mantener la regularidad en el trabajo y la motivación a corto, medio y largo plazo, con metas para las tres situaciones.
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