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Hablar en público, una habilidad que todo el mundo debe desarrollar

Para nadie es un secreto que hablar en público es una de las tareas más difíciles en la que los nervios son el enemigo número uno. Y es que, más que una simple habilidad, el discurso en público representa una parte importante en la vida cotidiana, tanto personal como profesional.

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En la práctica, se pueden observar muchas personas que pareciera que hubiesen nacido con el don de hablar en público, sin embargo, y para fortuna de todos, es una habilidad que puede adquirirse a través de la práctica y el estudio.

La oratoria es una competencia que tiene como objetivo captar la atención del público o la audiencia para ejercer algún efecto de persuasión o convencimiento. Para adquirir esta habilidad es necesario desarrollar ciertas aptitudes personales que, con la aplicación de diversas estrategias, el resultado será todo un éxito.

De cualquier manera, está claro que hablar en público representa una gran oportunidad de crecimiento personal y profesional. Por ejemplo, en el ámbito laboral, una persona con buena oratoria puede desempeñarse mejor en una entrevista laboral, captar la atención del empleador, lograr mejores resultados en reuniones de trabajo, conseguir clientes, ganarse la confianza del equipo de trabajo, liderar grupos eficazmente, entre muchas otras ventajas.

De igual manera, en el área personal, la oratoria puede ayudarle a las personas a integrarse fácilmente en diversos grupos sociales, e inclusive, mejorar sus relaciones familiares… Todo radica en la seguridad en sí mismo que se hace evidente ante cualquier tipo de público.

El acto de hablar en público es un momento en el que quedan al descubierto muchas situaciones en una persona. Por ejemplo, la capacidad de estructuración de un discurso, la manera de expresarse, los recursos verbales y no verbales que utiliza en acto comunicativo, el tono de voz, entre muchos otras.

Causas del miedo a hablar en público

En la mayoría de los casos, es posible que muchas personas, alguna vez en su vida, hayan experimentado alguna situación incómoda o traumática en el momento de hablar en público. Por ejemplo, que hayan sufrido burlas o humillaciones en una exposición, o que los nervios le jugaron una mala pasada y le bloquearon por completo su capacidad de hablar o recordar el tema principal de la presentación.

Si este fue el caso, el cerebro ha interpretado el acto de hablar en público como una situación de exposición al peligro, de manera que se pone alerta activando la tensión y los nervios para protegernos. Este proceso se da en el cerebro reptiliano o emocional que, al recibir este tipo de estímulos, generaliza todo tipo de situaciones, aunque, racionalmente, en la parte del neocórtex, parezca algo absurdo.

Otra de las causas de este miedo es la falta de exposición a situaciones de este tipo. Es decir, cuando una persona no se ha tenido que enfrentar a hablar en público, no ha adquirido ni la experiencia ni la práctica para comunicarse en este entorno.

Sin duda, la timidez, los nervios y el miedo al fracaso son bloqueos que evitan que una persona pueda transmitir lo que realmente desea.

Consecuencias de la dificultad para hablar en público

A nivel laboral, las implicaciones de la falta de la habilidad para hablar en público pueden ir desde la pérdida de oportunidades hasta la falta de credibilidad. La falta de recursos comunicativos (verbales y no verbales), y la dificultad de autogestión emocional, son dos factores que juegan en contra de una persona en su área profesional.

El hecho de evitar la situación de miedo, en lugar de enfrentarla, limita a una persona a superar sus límites y a conocer de qué es capaz y hasta dónde puede llegar si se lo propone. Nunca sabrás si puedes si ni siquiera te das la oportunidad de intentarlo.

Cuando una persona decide trabajar este miedo simplemente puede fluir en sí mismo y mostrar lo que realmente desea presentar ante las personas. La clave está en trabajar la ansiedad, los nervios, la comunicación verbal y no verbal y, sobre todo, la seguridad en sí misma.

 

Consejos útiles para hablar en público

Si todavía sientes miedo de pensar en que en algún momento de tu vida tienes que enfrentarte a un auditorio, a continuación, te compartimos algunos consejos prácticos para que puedas superar con éxito una presentación ante muchas personas. ¡Presta atención!

·         Controlar la ansiedad

El estado de alerta que genera el cerebro puede desencadenar una sensación de descontrol interno (miedo) que se manifiesta como sudor excesivo, taquicardia, dificultad para respirar, temblor en la voz y en el cuerpo, etc. Además, pensar que el público lo puede notar, inevitablemente empeorará los síntomas.

Cuando una persona centra su atención en su propia ansiedad la “alimenta” y hace que persista. De manera que, si intentas enfocar tu atención en lo que verdaderamente importa en la presentación y distraer tus pensamientos de ansiedad a través de la respiración diafragmática, podrás superarla de manera efectiva.

·         Mejorar la percepción personal

La idea que una persona tiene de sí misma es clave para ser exitoso. Usualmente, muchas personas tienen una imagen negativa de sí mismas y su nivel de autoexigencia es más alto de lo necesario.

Por este motivo, es muy común que la mayoría de personas tiendan a anticipar consecuencias negativas para la presentación. Seguro que en algún momento de tu vida has escuchado a alguien, o tú mismo has dicho frases como “voy a hacer el ridículo”, o “la hago muy mal”. Con ello te estás programando a que todo te saldrá mal. En cambio, si evitas utilizar ese tipo de expresiones podrás enfocar tu energía en lo que es realmente importante, tu presentación.

Por otra parte, es importante que evites ponerte metas excesivamente altas. Cada paso cuenta y cada logro, por pequeño que sea, es un reconocimiento que vale la pena celebrar. No te quedes en “si es perfecto vale, sino, no”.

Finalmente, aunque es algo que prácticamente todo el mundo ha hecho en algún momento, trata de no compararte con los demás… No crees nuevas inseguridades en ti mismo al intentar competir con alguien más.

Ahora bien, haciendo referencia a un aspecto más técnico de la oratoria, es importante que el presentador tenga en cuenta ciertos puntos clave:

·         La comunicación verbal y no verbal

Durante una presentación es fundamental tener conciencia acerca de los movimientos corporales y faciales, puesto que, además de las palabras, también están comunicando un mensaje. De igual manera, es básico utilizar un tono de voz que esté alineado con los objetivos de la presentación.

Un uso adecuado de la gestualidad y, en general, el lenguaje no verbal serán clave a la hora de transmitir el mensaje en el momento de la presentación. Además de expresar seguridad y confianza al público, una persona se sentirá segura de sí misma.

·         La estructuración del discurso

Antes de la presentación es necesario tener clara la estructura del discurso que se pretende mostrar. Para ello, el orador puede apoyarse de materiales didácticos como presentaciones o cualquier tipo de elemento que facilite la comunicación y el entendimiento de la audiencia.

·         Práctica

Para perder el miedo, o minimizarlo, es necesario enfrentarse a situaciones que supongan retos. De cada experiencia se aprenderá y se adquirirán nuevas habilidades.

 

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Por ejemplo, el Grupo Crece pone a tu disposición el programa Vence tu miedo escénico: técnicas para hablar en público y de oratoria.

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