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Salud mental y nutrición

Todos sabemos que hoy en día son desgraciadamente muy comunes el estrés, la angustia y la ansiedad, el insomnio, el miedo, los trastornos de alimentación, la hiperactividad infantil y los trastornos de aprendizaje. Muchos estudios auguran que la depresión nerviosa va a ser la epidemia del futuro.

El auge de estos trastornos ha coincidido con el deterioro de la calidad de nuestra alimentación y subraya la relación inequívoca entre la nutrición y el desequilibrio emocional. Así un déficit de ácido ascórbico puede provocar irritabilidad; un déficit de ácido fólico, insomnio; uno de calcio o cinc, alteraciones graves del sistema nervioso, etc.

Para cada trastorno se puede proponer una alimentación y unos suplementos nutricionales que pueden reducir la necesidad de medicamentos. Comer bien nos da salud y también bienestar emocional.iusc

La dieta occidental favorece estados de inflamación crónica, que se encuentran presentes también en enfermedades mentales como la depresión, considerándose que comparten factores etiológicos. Algunos de los alimentos cuyo consumo se debería moderar para evitar este fenómeno son los hidratos de carbono simples, como los azúcares y harinas refinados, las bebidas azucaradas y las carnes rojas.

Un asombroso dato?—?la flora intestinal influye de manera directa en cada aspecto de nuestra salud vital, incluido el sistema nervioso.

Recientes hallazgos científicos han demostrado que las bacterias que se encuentran en el intestino interactuan de manera sorprendentemente activa con el cerebro, influyendo así en su funcionamiento. La salud de nuestra flora intestinal llega a determinar nuestro apetito, nuestro estado de ánimo e incluso el riesgo de padecer déficit de atención, alzheimer y esclerosis múltiple, entre otros padecimientos.

Ciertas decisiones aparentemente inofensivas, como tomar antibióticos, beber agua clorada, comer alimentos procesados e infestados de pesticidas o incluso un nacimiento por cesárea pueden causar cambios prolongados en nuestro microbioma y, por lo tanto, en la salud de nuestro cerebro.

La buena noticia es que este puede ser fácilmente rehabilitado y su condición óptima puede recuperarse a través de ciertos hábitos alimenticios simples?—?reducir los azúcares simples y refinados, aumentar el consumo de frutas y verduras especialmente, reducir el consumo de grasa y proteína de origen animal, etc…— que no solamente te ayudaran a perder peso, sino a restaurar tu flora intestinal y a mejorar tu salud mental de por vida.


En IUSC ofrecen desde Másters a Postgrados y Cursos de Especialización para que te conviertas en un profesional de la nutrición o para que aprendas como comer mejor y más sano. Cursos online y presenciales.

Fuente: Noticias IUSC

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