Llegan las esperadas vacaciones de verano, termina la rutina de la escuela y empiezan los días de sol, de campamentos, de bicicletas, de correr y reír con los amigos, de levantarte cuando te dé la gana y acostarte cuando quieras. Todo un cúmulo de sensaciones que hacen difícil concentrarse en el estudio. Estudiar es como volver al pasado y los chicos y chicas sólo reconocen el presente. El futuro les queda lejos.
Los padres sabemos que las acciones del pasado serán las que nos enseñen a vivir el presente, que llegará un día que el futuro atrapará a nuestros hijos, será entonces su presente, con todas sus consecuencias. Es decir, mientras nuestros hijos sólo entienden de presente, nosotros nos preocupamos por su futuro, palabra que para ellos no tiene ningún significado y para nosotros es nuestra principal preocupación hacia ellos y lo que les pueda deparar.
Los padres sabemos que estudiar y aprender les facilitará la vida en el futuro. Pero, ¿cómo podemos hacerles entender algo que aún no han vivido? ¿Cómo hacer que tus hijos no abandonen el pasado este verano y no dejen sus tareas a un lado?