A menudo nos encontramos que tenemos que hacer presentaciones en el trabajo o delante de una clase llena de alumnos desmotivados. ¿Qué pensará el jefe?. ¿Se notará que estoy nervioso? ¿La audiencia me va a comer a preguntas o va a bostezar entre diapositiva y diapositiva?
Aquí van algunos consejos a la hora de hacer presentaciones, que he ido aprendiendo con mi experiencia en el mundo del teatro amateur.
1.- Estudiar bien el papel: El contenido.
– Revisa el texto, la estructura, los capítulos, los destacados.
– Asegúrate que no hay faltas de ortografía y que cada diapositiva tiene sentido.
– Para saber si la presentación cumplirá tu objetivo pregúntate: ¿Cuál es el mensaje principal con el que quiero que se vayan cuando salgan de la presentación?
2.- Ensayar una y otra vez: Con la lección aprendida, sólo falta mejorar la interpretación (La forma).
– Saber quién es tu público te ayudará a mejorar la forma de tu exposición. ¿Son expertos o novatos? ¿Qué preguntas pueden hacerte?
– Ensaya con amigos y pídeles que sean críticos.
– Piensa y preocúpate de los materiales adicionales: ejemplos, videos, anécdotas, etc. Esto te ayudará a hacer más llevadera la carga de contenido.
3.- El día de la función: Relajación y ¡Mucha mierda!
– Antes: Es muy importante combatir los pálpitos y el nerviosismo evitando bebidas como el café y tomando si hace falta alguna infusión relajante.
– En el momento de entrar, lo mejor es romper el hielo con una breve presentación personal de los espectadores. ¿Quién soy?, ¿Por qué estoy aquí?
– Algún tipo de información personal te ayudará a acercarte al público.
Y llegado el momento: ¡Mucha Mierda! Esta frase tan teatrera tiene su origen en los teatros medievales, cuando el público asistía a ver las obras en caballo. Muchos residuos fecales significaban un gran éxito de público. Así que, siéntete orgulloso de tu gran público pues ha venido expresamente para verte.
Después: Saborea el éxito obtenido. Es importante acordarse para futuras ocasiones, de que a pesar de los nervios todo salió bien.¡Celébralo!
No hay nada mejor que el pensamiento transversal: ¡Todo lo que aprendes durante tu tiempo libre puedes aplicarlo a tu trabajo!
Y tú: ¿Cuál de tus hobbies te han ayudado a mejorar en tu trabajo?
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Que bien Maria! Mucha suerte!
Pues yo también uso mi hobby de hacer deporte como psicología para ser constante y esforzarme en mis estudios… Supongo que todo esto, lo podré aplicar cuando empiece a trabajar!
Saludos,
Hola a todos por mi temor hablar eatuve trabajando en algo que siempre estaba sufriendo
sabia que si volvia a trabajar en lo que me gusta me iriabien pero el miedo me consumia ahora estoy decidida a salir del closet gracias por este tema
¡Que bueno el artículo!
¿Te gusta hablar? ¿Tus amigos dicen que eres capaz de vender arena en el desierto? Ven a demostrarlo en un concurso en el que gana quien tiene el don de la palabra.