Históricamente la formación profesional carga con la etiqueta de ser “la salida del que no vale para estudiar”, hoy no se puede decir tal cosa. La FP es una opción de formación profesionalizadora de calidad y con elevados índices de empleabilidad. Lo que sí es cierto es que tiene algunos alumnos que vienen con carencias de etapas educativas anteriores.
Las dificultades de algunos alumnos que llegan a la formación profesional se deben a varias causas: por tener poco interés por el estudio, porque no les atrae ser mejores, por problemas familiares, porque les cuesta prestar atención, etc.
Sean los que sean los motivos, lo cierto es que han generado carencias que los sistemas educativos anteriores por los que han pasado estos alumnos no han sabido resolver y los arrastran, finalmente, a las aulas de FP. Pero donde otros ven fracaso se puede ver un reto: el de conseguir que estos chicos se ilusionen con su futuro y quieran aprender. Cualquier centro educativo debería sumarse a ese reto y así prestar la ayuda necesaria a los que les cuesta más conseguir los objetivos, sea cual sea la causa, hay que promover el APRENDER A APRENDER. Éste es, además, uno de los objetivos para la formación profesional que marca el Espacio Europeo de Educación para facilitar el aprendizaje a lo largo de la vida.
La formación profesional hace una gran labor de inserción al aumentar la permanencia de estos jóvenes en el sistema educativo. Haciendo a esta formación más atractiva conseguiremos que baje la tasa de abandono escolar, esto les dará más oportunidades para el futuro. Uno de los factores más importantes a la hora de hacer esta formación más atractiva es no tratar a los alumnos como sujetos obligados a memorizar ya que no son entes pasivos, hay que estimularlos para que ellos mismos busquen aprender lo necesario para realizar “su proyecto”, es decir, se trata de instalar en su cabeza las ganas de aprender, no de llenarla de conocimientos muchas veces inútiles.
También hace interesante a este sistema el estar centrado en estudios específicos y además, en el caso concreto de Campus FP, el APRENDER HACIENDO con el que desarrollan capacidades y conocimientos que podrán aplicar en nuevas situaciones.
Todo ello hace sentir a los alumnos que PUEDEN HACER COSAS. Con un aprendizaje basado en proyectos realizan una práctica guiada pero SON ELLOS los que logran el control de su proyecto, ellos se ven capaces de aprender, cosa que probablemente no veían en otras etapas educativas anteriores, mientras marcan su ritmo.
En Campus FP dan mucha importancia al trabajo en grupo como parte de la formación del alumno para el ámbito de trabajo pero también para convivir en su entorno social. Para este trabajo en grupo hacen uso de las HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES, herramientas que nos ayudan a entender y manejar las emociones, establecer y alcanzar metas positivas, sentir y mostrar empatía hacia los demás, establecer y mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsablemente.
Su forma de trabajar hace que veamos las dificultades como una oportunidad para el grupo de trabajar las adversidades y resolverlas. Lo plantean como un reto en el que, participando, TODOS GANAN.
Muy interesante, además tiene toda la razón… la FP ofrece muchas más posibilidades que otras formas de enseñanza y muchas más herramientas para acceder al mercado laboral… nada de Losers, podemos ser Winners