Los retos del aprendizaje: El taller como estrategia pedagógica

Los cambios producidos a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, exigen a los docentes formar para la autonomía, formar para pensar por si mismo, aprender junto al estudiante y aprovechar el significado del error.

Surgen perspectivas en las que se considera que el conocimiento no es una copia de la realidad, sino un constructo humano, una invención del intelecto humano; no se da, se construye, no es una acción de transmitir ni de almacenar información. El conocimiento cualquiera que sea el dominio disciplinar, no se transmite ni es objeto de mera información, es objeto de elaboración mental, es construcción del pensamiento humano. Lo que hay en la estructura mental de un estudiante es un punto de partida que puede ser correcto, ambiguo o equivocado. (Vasco 2000 )

Para que los alumnos puedan construir conocimiento, el maestro debe ser abierto al cambio y trabajar como facilitador de la construcción de dicho conocimiento. En la actualidad, el papel del docente ha cambiado de ser el dueño y transmisor del saber, hacia ser el tutor que dirige el aprendizaje de los alumnos y aprende con ellos.

Implicaciones metodológicas: Por tratarse de un proceso abierto y constructivo que tiene tanto la ciencia como el proceso cognitivo, se asume el proceso de trabajo como un proceso investigativo, tanto por parte del docente, como por parte del estudiante; no solo con el objeto de recuperar el sentido y significado de conocer la ciencia para el estudiante, sino porque se ve que esta es la mejor forma de aprender a aprender.

La metodología para la aplicación de este tipo de trabajo exige que la enseñanza tenga como punto de referencia:.

El taller como estrategia pedagógica: Una de las herramientas pedagógicas propuestas para esta metodología gira en torno al desarrollo de talleres. Según Vasco, un taller “…es un ambiente educativo en el cual la interacción con el conocimiento es también interactiva e intersubjetiva entre los participantes, de manera que genere procesos individuales en cada uno de los participantes…” y”…hacer un taller es vivir una experiencia, insinúa un ambiente rico en recursos, de manera que genere procesos individuales y grupales que permitan socializar los procesos personales de cada uno de los participantes”. El taller NO es una guía y nunca está “listo”.

Ausubel plantea que el aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información: Esta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse con “mentes en blanco” o que el aprendizaje de los alumnos comiencen “de cero” , El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe, esto quiere decir que en el proceso educativo, es importante considerar sus conocimientos previos de tal manera que establezca una relación con aquello que debe aprender.