La Formación Profesional está ganándose el lugar que le corresponde. Hoy el mercado laboral necesita técnicos cualificados y esta demanda crece año tras año . Esta tendencia sigue en auge pero este itinerario formativo aún tiene recorrido por mejorar para lo que ya se están tomando medidas.
Y es que, hasta ahora, un técnico titulado en FP no tenía aspiraciones más allá de desempeñar su función de trabajador cualificado en un sector determinado. La aspiración de progresión personal y laboral dentro de la empresa, de buscar nuevos retos y oportunidades o nuevas líneas de negocio es lo que hace falta implantar en la Formación Profesional Reglada para convertirla definitivamente en el motor del empleo.
Las empleadoras se encuentran con un problema a la hora de contratar personal, por un lado pueden optar por un titulado universitario: un trabajador muy cualificado, con una visión estratégica del negocio, pero sin conocimientos técnicos/prácticos para llevar a cabo estas estrategias, o pueden optar por la contratación de un técnico de FP, muy bien preparado técnicamente para desarrollar una función pero sin esa visión estratégica que puede ayudar al desarrollo del negocio.
Por suerte algunos centros se toman este tema muy en serio. Como hacen en Campus FP, donde con una formación 360º basada en proyectos, forman a los mejores técnicos para ser estrategas, usando una metodología enfocada a cumplir objetivos y no simplemente a “realizar tareas”. Hacen hincapié en esta idea porque se consigue que el alumno tenga una visión mucho más amplia de la actividad, pudiendo así aportar ideas y propuestas de valor para un negocio, y saliendo del Ciclo Formativo mejor preparado para el mundo laboral.
