Si tienes claro que tu sector es el de las agujas y la tinta, seguramente te estarás cuestionando qué estudiar para ser tatuador profesional. En esta publicación te explicamos los conocimientos básicos que debes tener para convertirte en un experto y en un profesional del tatuaje.
Bienvenido al mundo del tatuaje
Muchas personas sienten devoción por el dibujo y las artes, pero no saben hacia dónde dirigir su talento para alcanzar el mundo profesional. Una de las alternativas que más facilita desplegar las destrezas creativas sin duda, es el fascinante mundo del tatuaje.
Los tatuajes no son únicamente dibujos superficiales que se llevan en la piel de por vida. Para muchas personas estas marcas implican vivencias, momentos complejos que han podido rebasar y evocaciones de aquello que puede que ya no esté. Por ello, es imprescindible que el trabajo del tatuador sea lo más riguroso posible para que el cliente ponga toda la confianza en sus manos. Si tienes claro que lo tuyo es tatuar, sigue leyendo y sabrás todo lo imprescindible para ser un gran profesional de este mundo tan fascinante.
Qué estudiar para ser tatuador
Tener una creatividad especial a la hora de crear diseños abre puertas, pero no será lo único necesario si se quiere llegar a ser un artista profesional. Lo primero que se debe hacer es acudir a un centro especializado en el se pueda aprender todo lo necesario. Habrá grandes profesionales básicos para absorber las técnicas básicas que todo tatuador debe conocer.
Además, este es un paso muy recomendable para ganar confianza en uno mismo y en los respectivos trabajos. Todo gracias a tener la opción de mostrarlos en un entorno en el que se va creciendo y mejorando junto a otros tatuadores novatos. Una vez dado este paso, existen una serie de destrezas y conocimientos básicos para lograr ser un auténtico profesional.
Título higiénico sanitario
Este título es indispensable si lo que se quiere es dedicarse profesionalmente a tatuar. Es muy importante conocer todo el proceso de seguridad e higiene que hay que llevar a cabo a la hora de realizar un trabajo ya que, ante todo, está la salud de los clientes. No solo hay que tener los instrumentos (agujas y demás utensilios) totalmente limpios, sino también el local y uno mismo. El cliente pone su cuerpo en las manos del tatuador, así que no se debe pasar por alto este punto tan importante.
Paso a paso
«Roma no se construyó en un día». Esta es la afirmación que más utilidad tiene, sobre todo en los inicios en los que se comienzan a aprender las primeros métodos para tatuar. Se puede ser un dibujante excelente pero nunca se debe parar de practicar y se debe seguir de cerca el trabajo de otros compañeros de trabajo por los que se sienta admiración. Esto implica aprender de ellos y ampliar la creatividad de uno mismo.
No hay que limitarse y se deben explotar todas las destrezas e ideas a la hora de crear los diseños. Es imprescindible conocer bien los distintos instrumentos con los que un profesional de este sector trabaja, ya que son muchos estilos y variedades que requieren de distintos métodos.. En concreto, se deben conocer las distintas agujas que existen, ya que con cada una de ellas se logran resultados muy diferentes (grosor, sombreado, relleno…).
Cada cliente es diferente
Las necesidades de cada piel son muy distintas, y por ello es imprescindible conocer todo lo relativo al pigmento y los posibles problemas que puedan aparecer en la piel. El cuerpo es el lienzo, por lo que es esencial saber trabajar con el mismo y tratar cada zona con la delicadeza y la pulcritud que requiera. También es imprescindible saber guiar y sugerir al cliente antes de tatuarse y posteriormente, eludiendo así problemas en la piel y ayudando a que la herida cicatrice como debe hacerlo.
Un poco de contexto histórico
«Qué estudiar para ser tatuador profesional» es una pregunta que se debe contestar, también, con algo de teoría. Si existe una gran pasión por este mundo, es muy probable que sea un tema más que conocido. Hay muchas cosas que aprender alrededor de la historia del tatuaje, el trayecto que ha tenido desde sus inicios, métodos y color, estilos… Cuanto más se sepa alrededor de todo esto, más se podrá brindar a los clientes y establecer la diferencia con respecto a otros tatuadores. Poco a poco, la comodidad se va imponiendo como manera de trabajar y se establece un estilo propio ideal para definir el mismo.
El método detrás del dibujo
Todo lo anterior no sería válido si no se aprenden los métodos necesarios para trabajar adecuadamente sobre el cuerpo. La presión ejercida sobre la piel es algo que hay que aprender a controlar juntamente con los movimientos de uno mismo y del material empleado. No existe un borrador mágico que permita remediar los malos trazos ni las sombras mal aplicadas, por lo que el detalle y el control de la técnica son dos de los puntos básicos que se deben tener presentes. Además, el mercado del tatuaje tiene una gran multitud de demógrafos y agujas que si se conocen dan más opciones de desarrollar los diseños.
Lo más importante: gozar
Como se ha podido ver en esta publicación no existen unos estudios concretos para poder ejercer esta profesión de un día para otro. Pero sí que hay una serie de destrezas y patrones que hay que cumplir. Como cualquier profesión dedicada a las artes, el mundo del tatuaje precisa de pasión y práctica. Aun así, se ha podido responder correctamente a la cuestión «qué estudiar para ser tatuador profesional».
Hay que arriesgar, experimentar y rodearse de otros tatuadores que estén empezando para intercambiar impresiones y maneras de ver la vida y el arte. Escuchar a los clientes y conocer sus historias para poder materializar los diseños de todo aquello que les acompañará para toda la vida en su piel.
En definitiva, encontrar un buen centro de estudios en el que empezar a desarrollar todas las destrezas de uno mismo. Se conoce a gente con la que se podrá propulsar la creatividad propia. Eso sí, nunca hay que pasar por alto el método y se debe ser prudente con cada uno de los detalles agregados a los diseños.
Por último, es importante cerciorarse de que el entorno de trabajo es el adecuado y se ajusta a la normativa y mantiene todos los permisos y condiciones de salubridad. Es importante valorar que los clientes depositan la confianza únicamente en el tatuador. A la hora de mejorar diseños se requieren horas porque hay que escuchar las peticiones y las historias de los clientes. ¡Nunca hay que olvidar, eso sí, de gozar del trabajo!
¿Has tenido la opción de ver todo lo que ofrece la Escuela Des Arts? Ante cualquier duda, escribe a Emagister.
Si has cursado algún curso en la Escuela Des Arts o estás en ello, ¡escríbenos tus experiencias en este formulario!
