El Premio Nacional del Cómic es el galardón más importante al que puede aspirar un ilustrador en España. Lo otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 20.000 euros de compensación económica. Aunque ya cuenta con doce años de recorrido, hasta ahora ninguna mujer había conseguido el premio: una dinámica que, al fin, se ha revertido en esta edición. Y es que en 2018 la ganadora ha sido la valenciana Ana Penyas (1987), por su novela gráfica Estamos todas bien. La historia reivindica la memoria histórica desde una perspectiva feminista y tiene como gran referente a la abuela de la autora, Maruja.
En palabras del jurado Estamos todas bien rescata «a partir de una historia familiar, la voz de una generación silenciada». También valora la innovación y la frescura de la puesta en escena gráfica. Además, destaca «la habilidad para integrar recursos del cómic y de otros medios». El premio de Ana Penyas no solo confirma la buena salud del cómic en España, sino que también salda una asignatura pendiente con la igualdad de género y la visibilidad de las mujeres. ¿Y tú? ¿Quieres saber más sobre el mundo del cómic? Consulta los cursos disponibles en Emagister y ponte manos a la obra!
¿Qué nos enseña esta edición del Premio Nacional del Cómic?
- La ilustración, una profesión con recorrido. «No te dediques al arte, que esto no tiene futuro». ¿Cuántas veces hemos oído frases similares llenas de prejuicios? La trayectoria de Ana Penyas, diplomada en Diseño Industrial y Graduada en Bellas Artes, nos demuestra que la vocación y la perseverancia mueven montañas. En otras palabras, no hay ningún ámbito del saber que no tenga futuro: ¡todos suman!
- La necesidad de visibilizar referentes de éxito, una asignatura pendiente. Más allá de promover la convivencia y la igualdad, se recomienda que las niñas también tengan a las mujeres como referentes de éxito profesional. ¿El objetivo? Que se den cuenta de que pueden desempeñar cualquier profesión: desde futbolista hasta ingeniera. La brecha de género en los empleos solo se puede combatir si las generaciones futuras están concienciadas.
- La elaboración del cómic, un proceso lento. Según explica Penyas, la idea no se hizo realidad de un día para el otro. De hecho, reconoce que nunca antes había creado una novela gráfica. Sin embargo, una visita a su abuela Maruja sirvió como semilla para reflexionar sobre la trayectoria de las mujeres de otras generaciones. Como hemos podido comprobar, con paciencia, la iniciativa llegó a buen puerto. ¡Un aplauso para Ana Penyas!
Fuente: eldiario.es
