Desde hace unos años es bastante común encontrar a distintas personas refiriéndose acerca de las ayudas ergogénicas, un complemento que poco a poco se ha metido en las dietas de muchas personas. Cuando se trata de deporte, como el desgaste físico suele ser notable, siempre se está en la búsqueda de métodos y recursos que sirvan para atender este aspecto. A continuación se profundiza sobre este caso y se sugiere que, en caso de especializarse en el campo, se curse el Máster en Nutrición Deportiva y el Máster en Suplementación Deportiva y Dopaje para sumar todas las herramientas necesarias.
¿Qué son las ayudas ergogénicas?
Las ayudas ergogénicas son suplementos dietéticos nutricionales. Su objetivo es influir de manera positiva en el rendimiento del deportista. Aunque sea un método que cada vez es más usado o llama más la atención, no se recomienda su aplicación sin la asesoría de un especialista o profesional vinculado con el área.
Este profesional será el encargado de recetar la dieta adecuada, luego de una serie de exámenes y de explorar los intereses deportivos del paciente. En caso de que esto no se realice de esta manera, el rendimiento de la persona puede verse afectado, así como su bienestar.
¿Cuáles son los beneficios de las ayudas ergogénicas?
Las ayudas ergogénicas permiten mejorar el rendimiento deportivo. En particular, sus efectos se ven de la siguiente manera:
– Permite realizar esfuerzos prolongados
– Incrementa la producción de energía y contribuye a mejorar la capacidad de trabajo
– Incentiva los procesos de recuperación
– Contribuye a disminuir el estrés, la ansiedad y la agresividad
– Reduce los temblores corporales, productos de la fatiga
– Facilita el desarrollo de la masa muscular y contribuye a disminuir la masa corporal
¿Cuáles son los tipos de ayudas ergogénicas?
Aunque su nombre sea bastante particular, las ayudas ergogénicas se encuentran en algunas cuestiones básicas de toda dieta, como el agua y la reposición de hidratos de carbono. Estas dos son las principales fuentes de ayudas ergogénicas que existen.
Por tanto, se recomienda hidratarse con frecuencia, antes, durante y luego del ejercicio. De manera profesional, es común que se realizan una serie de exámenes para estimar cuál es la cantidad de agua promedio que debe ingerir una persona.
A estas se suman otra sustancias que se describen a continuación.
Vitaminas y minerales
Ambas son necesarias en cualquier dieta, incluso más allá de que sea una orientada a la práctica deportiva. Algunos de los beneficios son:
– Calcio: contribuye a controlar los mecanismos de contracción y relajación muscular.
– Sodio y potasio: incentivan la regulación hídrica y la tensión arterial.
– Vitamina B: facilita distintos procesos energéticos del metabolismo y la absorción de nutrientes.
– Vitamina C y E: fortalecen el sistema inmunológico, contribuyen a mejorar la respiración y potencian el rendimiento deportivo.
Creatina
Facilita la recuperación entre series de ejercicios de fuerza. ¿Cómo influye esto en el rendimiento? La persona puede incrementar la intensidad de los entrenamientos y durante la competencia. A esto se añade que también se usa en la contracción muscular, incentivando el aumento de la velocidad y la capacidad anaeróbica, entre otras ventajas.
Cafeína
Contribuye a reducir el cansancio. Además de esto, estimula la lipólisis. ¿Qué es esto? La quema de grasas. Sin embargo, conviene tomarla con cuidado porque tiene un gran poder diurético, incentiva la pérdida de líquidos y, por tanto, la deshidratación. Esto afecta el rendimiento de la persona.
¿Quieres descubrir toda la oferta formativa del Instituto Europeo de Nutrición y Salud? Ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.
Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia, ¡deja tu opinión gracias a este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!
