Puede que sea un término poco común. Pero el batch cooking, en la actualidad, se ha posicionado como un método mediante el cual la gente ahorra dinero y logra rendir de mejor manera el tiempo al momento de cocinar. Se trata de una dinámica basada en cocinar durante pocas horas al día para toda la semana. Una práctica que, cuando es bien llevada, en sencilla, rápida, saludable y útil, en especial para los profesionales que suelen llevar una agenda apretada. En este artículo se explican distintas claves y se recomienda el Máster en Dietas Equilibradas y Coaching Nutricional en caso de querer seguir profundizando.
Batch cooking: algunos beneficios
Entre la jornada diaria y la inexperiencia, muchas personas se limitan al momento de abordar nuevos métodos de cocina o explorar recetas. Sin embargo, a través del batch cooking esto se puede mejorar debido a que le permite a la persona disfrutar de los siguientes beneficios:
– Ahorro de tiempo: las comidas de la semana estarán preparadas con antelación, facilitando la gestión del tiempo.
– Ahorro de dinero: al tener las comidas preparadas, se evitan posibles antojos y, a su vez, la compra semanal o mensual estará guiada por los ingredientes necesarios, sin ningún otro que altere el presupuesto.
– Mejoras en la calidad de vida: al evitar comidas rápidas o ultraprocesadas, el organismo agradecerá llevar una mejor alimentación.
La planificación es la clave del batch cooking
El término batch cooking hace referencia a “cocinar por tandas” o “cocinar a lo grande”. Se trata de un método en el que se preparan grandes cantidades de comida para distribuirla en diversos platos a través de la semana. Esta es una manera de llevar menús más equilibrados y de ahorrar tiempo y dinero.
Algunas ideas para hacer el batch cooking
A través de este método es mucho más sencillo llevar un dieta saludable, porque se trata de pensar distintas comidas que puedan combinarse entre sí, enriqueciendo la experiencia de sabores y, al mismo tiempo, la selección de alimentos y preparaciones saludables. A continuación se comparten algunas recomendación a tener en cuenta.
Legumbres, cereales y pastas
Son la base para elaborar distintos tipos de platos, tanto fríos como calientes. Cualquiera que se seleccione permite la combinación con otros alimentos, como verduras, carne, pescado. En el caso de cereales como la quinoa, el mijo, el cuscús y la avena, como son ricos en vitaminas, puede ser incorporado dentro de estos platos. En relación con las legumbres, como los garbanzos, las lentejas y las arvejas, hay que recordar que son fuente de hierro y proteínas.
Carne, pescado y huevos
Tanto la carne roja (vacuna, de cerdo o buey) como la blanca (pollo, cerdo…) y el pescado blanco (merluza, bacalao, lubina…) y azul (salmón, atún, bonito…) puede prepararse en cantidades grandes para combinarse con otros alimentos. Ocurre algo similar con los huevos, que, al poder prepararse de distintas maneras, se pueden mezclar con otros platos. A través de estos alimentos se puede llevar una dieta balanceada y saludable.
Frutas y verduras
Se recomienda cortar porciones, guardarlas en la nevera y distribuirla durante los días. Otra opción es congelarlas y luego hacerlas batidos. Las verduras también pueden ser congeladas o ser preparadas al horno y luego almacenarlas en la nevera para ser combinadas con pasta, cereales o legumbres. Otra alternativa que se recomienda es que sean preparadas como cremas o sopas. Tanto las frutas como los vegetales están llenos de vitaminas y minerales necesarios para el organismo. Entonces, es cuestión de saber organizar las rutinas y preparar diversos tipos de plato de forma creativa.
¿Quieres descubrir toda la oferta formativa del Instituto Europeo de Nutrición y Salud? Ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.
Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia, ¡deja tu opinión gracias a este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!
