Bienestar psicológico: ¿en qué consiste?

La salud mental cada vez tiene más valor dentro de las relaciones humanas. Esta involucra una serie de factores que influyen en la conducta y vínculos con otras personas. De ahí la importancia de entender en qué consiste el bienestar psicológico y qué implica en el día a día, incluyendo las dinámicas profesionales y sociales, relacionadas con el entorno en el que se desenvuelve cada individuo.

¿Qué es el bienestar psicológico?

El bienestar psicológico abarca los comportamientos vinculados con la salud emocional, especialmente aquellos que son enfocados de forma positiva. Se trata de generar una cultura personal optimista para abordar diversas cuestiones, tanto favorables como adversas.

El bienestar psicológico también se relaciona con el social, psicológico y el entorno. Todos ellos, de alguna u otra forma, confluyen en la persona y se manifiestan de diversas maneras. En la actualidad, muchas personas le dan su propio sentido a este tipo de cuestiones, abordándolas según el caso y su formación emocional. Lo ideal, en todo caso, es que sea desde una perspectiva positiva.

¿Cuáles son las dimensiones del bienestar psicológico?

Se estima que hay al menos seis dimensiones que se relacionan entre sí. El uso de ellas suele ser en forma de escala mediadora ante diversas situaciones. A continuación, se describen cada una de ellas para profundizar en su conocimiento.

Autoaceptación

Consiste en ser positivo en relación consigo mismo. Valorar cuánto se es y cuánto se tiene para poder transmitirlo y hallar serenidad en ese proceso. Para ello es necesario ser consciente de los defectos, las virtudes y convivir con ellos de forma natural, sin reproches, atendiendo lo que se pueda mejorar y potenciando los aspectos positivos para seguir creciendo.

Relaciones positivas

Es conveniente apoyarse en un entorno de personas sanas, que aporten a la dinámica de vida de cada quien, que sumen perspectivas enriquecedoras, optimistas y distintas. De esa manera no solo se logran mejores vínculos sociales sino que también, además de esto, se previenen enfermedades que, científicamente, han sido relacionadas con inconvenientes emocionales producidos por un contexto social tóxico.

Un propósito de vida

Se recomienda encontrar metas, objetivos, anhelos que den sentido a la vida, que sirvan como proyectos a mediano y largo plazo. Se trata de ser conscientes de que no se está “de paso” por el mundo; sino de que hay cosas por hacer. Para ello se recomienda profundizar en las pasiones, en aquello que genera especial interés de forma genuina.

Crecimiento personal

Sumado a los puntos anteriores, el crecimiento personal consiste en lograr sacar el máximo provecho de las habilidades y fortalezas para avanzar en diversos campos, desde los personales hasta los profesionales.

De ahí la importancia de dar valor a los puntos anteriores, de comprenderlos y avanzar con base en esos principios. En especial, el aspecto motivacional. De esa manera será más sencillo llevar diversas metas y objetivos en los lapsos considerados.

Autonomía

Aceptarse y reconocer virtudes y defectos deriva en independencia y autonomía en distintas áreas. Se trata de saber tomar decisiones, de convivir con los resultados que de ellas se puedan extraer y seguir adelante de una forma constante y coherente con base en las metas e intereses que poco a poco se descubran y planteen.

Dominio del entorno

Es importante no solo contar con un buen entorno sino reconocerlo, saber por qué es valioso y procurar hacerlo crecer. Para ello se recomienda advertir oportunidades, dedicar tiempo, saber cuándo es necesario cambiar el rumbo, intervenir, siempre con base en las motivaciones propias y los objetivos planteados.

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