Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

¿Cómo hay que cuidar un tatuaje?

Hay personas que sueñan con hacerse un tatuaje durante años. A pesar de la ilusión que puede generar la idea, conviene ser conscientes de los riesgos que conlleva y de las precauciones que se deben tomar. ¿Por qué? Pues por una razón muy sencilla: cuando nos tatuamos, ponemos nuestro cuerpo (y nuestra salud) en manos del tatuador. Así pues, es recomendable recurrir a un profesional. Si quieres formarte en el mundo de los tatuajes, te recomendamos nuestro Máster Experto en Tatuajes + Máster Higiénico Sanitario. Se trata de una doble titulación con la que aprenderás a crear, pero también a respetar los principios sanitarios que rigen el sector. 

Precisamente, uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un centro donde tatuarte es este: que cumpla con las medidas higiénicas necesarias. Como se suele decir, a veces lo barato sale caro, por lo que es mejor elegir un establecimiento profesional más caro que no optar un centro que actúa sin garantías. Recuerda: no solo la estética cuenta, también hay que cuidar la salud. A continuación, te presentamos 5 consejos para que disfrutes del tatuaje de una forma 100% segura. ¡Toma nota!

5 consejos para cuidar un tatuaje acabado de hacer

  1. Mantén la venda durante varias horas. No seas impaciente. Aunque seguramente tendrás muchas ganas de contemplar el tatuaje sobre tu piel, las primeras horas resultan fundamentales para prevenir problemas bacterianos y otras infecciones. Además, el uso de la venda también contribuye a evitar la sequedad de la piel, ya que no la expone al sol ni a los peligros del agua. Ten en cuenta que no todos los tatuadores recurren al vendaje: todo depende del método que hayan utilizado para trabajar. Sin embargo, si tienes dudas sobre tu salud trasládalas sin miedo al profesional.
  2. Cuida la higiene y la hidratación. Una vez llegue el momento de retirar la venda, lávate bien las manos. Utiliza un baño de agua tibia para despegar la venda de la piel (a veces, resulta un poco complicado). Eso sí, evita enjuagarte con agua a chorro. La zona del tatuaje necesita mucha delicadeza y poca presión. Seguidamente, lávate con un jabón especial, si puede ser un antibacteriano o antimicrobiano. En caso de duda, consulta con el tatuador cuál es la mejor opción. Para terminar, busca una crema que te ayude a evitar el dolor o la hipersensibilidad. El aloe vea acostumbra a ser uno de los remedios más habituales.
  3. Ten cuidado con la cicatrización. El periodo de cicatrización varia en función del tamaño del tatuaje. Sin embargo, se suele alargar entre dos y seis semanas. Mientras dura el proceso, es imprescindible seguir los consejos de higiene e hidratación que acabamos de exponer. Recuerda: ni agua ni jabón en cantidades excesivas. Ah, y si sientes picor tómatelo con calma: no puedes palparte ni rascarte la zona tatuada.
  4. No te tumbes al sol. Durante las semanas de cicatrización, el tatuaje no puede recibir directamente las radiaciones del sol. Por este motivo, se recomienda usar manga larga, aunque es importante que no sea muy ajustada. Posteriormente, una vez hecha la cicatrización, tampoco hay que confiarse. En este momento, los protectores solares pueden ser una buena solución. ¡Sé paciente si es verano y tienes ganas de ir a la playa!
  5. Vigila con el agua. Como ya hemos apuntado, el agua resulta importante para la higiene, pero se recomienda evitarla en cantidades abundantes. Asimismo, conviene evitar los baños en lugares como la piscina, ya que elementos como el claro pueden dañar la piel. En resumen, lo mejor es tatuarse en una época de la vida tranquila: con poca actividad física, poco calor y pocas tentaciones de bañarse en lugares públicos.

Recuerda que si deseas aprender a tatuar, puedes hacerlo a través de nuestra doble titulación Máster Experto en Tatuajes + Máster Higiénico Sanitario. ¡Infórmate y matricúlate ya!

Fuente: Escuela Des Arts

Deja un comentario